Un acusado de estrangular a su mujer argumenta que ella le mordió la mano

L D (EFE) El procesado ha relatado, entre sollozos y con la ayuda de una intérprete, lo que sucedió la tarde del 3 de noviembre de 2007 en el piso que su hijo tiene en una céntrica calle de Gerona. A pesar de que en un primer momento el fiscal y la acusación particular, ejercida por el Estado, solicitaban una pena de once años y seis meses de cárcel, en las peticiones definitivas tanto las acusaciones como la defensa han pedido diez años de cárcel, la pena mínima por un delito de homicidio.

La defensa ha renunciado al atenuante de trastorno mental y ambas partes han reconocido para el acusado la atenuante de confesión. En este caso no se ha tenido en cuenta el agravante de parentesco porque el procesado y la víctima se casaron en 1992 y dos años después se separaron de hecho, por lo que no se les consideraba unidos sentimentalmente.

En la sesión de hoy del juicio que se celebra en la Audiencia de Gerona, el procesado ha explicado que el 27 de octubre del pasado año viajó hasta Gerona tras ser citado por un juzgado para arreglar los términos de la separación solicitada por su mujer. Según el procesado, del 27 de octubre al 3 de noviembre compartió paseos, comidas y charlas con su mujer, de la que ha asegurado que todavía estaba enamorado.

El ciudadano chino ha relatado que su mujer le pedía un dinero que no tenía, por lo que le dijo que se lo pidiera a su hijo. La discusión comenzó cuando él se despertó de la siesta el 3 de noviembre y su mujer volvió a pedirle dinero. El procesado ha asegurado que cuando él rechazó su petición, la víctima le mordió insistentemente en tres dedos de la mano derecha y, ante el dolor que sentía, perdió los nervios y empezó a golpearle la cara con las manos.

El procesado ha añadido que cogió un palo con el que le pegó en la cabeza, después la intentó estrangular con las manos y con el forcejeo cayeron de la cama y ya en el suelo le ató un pañuelo al cuello, según dijo en su primera declaración, para asegurarse de que la mataba. Inmediatamente el acusado llamó a su hijo, le explicó lo que había hecho y le pidió que llamara a la policía, que poco después llegó al inmueble.