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Tres policías de Sevilla dicen que la droga desaparecida sólo la manipulaban ellos

Tres miembros de la Policía Científica, concretamente un jefe de grupo y dos inspectores, aseguraron este lunes que únicamente los miembros de dicha Policía tenían permiso para manipular los paquetes de droga desaparecida de los calabozos de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Sevilla.

Dicen que el resto de agentes "lo tenían prohibido", y que siempre lo hacían con guantes. Estos tres agentes prestaron hoy lunes declaración como testigos ante la juez de Instrucción número 19, Ana Escribano, quien también tomó declaración al jefe del Grupo de Estupefacientes de Dos Hermanas, todo ello dentro de la investigación abierta tras la desaparición de la Jefatura en el año 2008 de un total de 154 kilogramos de cocaína y heroína.

Fuentes del caso informaron de que los tres miembros de la Policía Científica coincidieron en señalar que siempre utilizaban guantes cuando manipulaban los paquetes de droga, aunque uno de ellos reconoció que, en una ocasión, cometió "un error imperdonable" y, "por curiosidad", tocó uno de estos paquetes sin usar para ello los guantes reglamentarios.

Además, y según las mismas fuentes, los agentes aseguraron que "ni conocen ni vieron nunca por allí" a M.A.N., imputado en esta causa junto a su pareja sentimental; el ex agente de la Udyco Lars S.M. y su mujer, y tres responsables de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) –el jefe de la Udyco de Sevilla y los jefes de los grupos 2 y 3–. 

Percibió el “cambiazo” por el distinto volumen y color de los paquetes

Por su parte, el jefe del grupo de Estupefacientes de Dos Hermanas relató cómo, una vez en la Jefatura, se dio cuenta "inmediatamente" de que alguien había dado el "cambiazo" a los paquetes con droga allí ubicados, y se cercioró de ello por el hecho de que presentaban distinto volumen y color.

Así, las fuentes añadieron que este testigo relató a la juez Ana Escribano que los paquetes originales eran "amarillos, cuadrados y estaban plastificados", mientras que los que vio en ese momento "eran más grandes, de distinto color y el plastificado era menos compacto".

En esta causa permanecen imputados M.A.N. y su pareja sentimental; el ex agente de la Udyco Lars S.M. y su mujer, y tres responsables de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) –el jefe de la Udyco de Sevilla y los jefes de los grupos 2 y 3–. 

La juez imputó a estos responsables de la Udyco por un "posible delito de encubrimiento u omisión de denunciar, al existir indicios objetivos de que habían llegado a conocer la sustracción de la droga antes de que fuera descubierta por el juzgado y no lo habían denunciado".

Hay que recordar que la juez instructora ya ordenó el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de Lars S.M., así como de su socio, M.A.N., y de la pareja sentimental de éste, M.V.S.G., el cual fue detenido junto a su pareja en el núcleo costero de Islantilla, en Lepe (Huelva), y que carece de actividad laboral regular, pero que al poco de descubrirse el caso adquirió en este lugar una residencia de verano valorada en aproximadamente 240.000 euros.

Los hechos

La juez decidió decretar prisión para estos tres imputados por un presunto delito contra la salud pública agravado del artículo 369 del Código Penal, mientras que para la esposa de Lars decretó prisión eludible con el pago de una fianza de 30.000 euros por un presunto delito de blanqueo de capitales, un pago que fue satisfecho al día siguiente de su imposición.

El asunto, como se recordará, fue descubierto gracias a unos contra análisis practicados a la droga almacenada en los depósitos de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, donde el 5 de junio de 2008 se descubrió que unos 150 kilogramos de cocaína y heroína empaquetada en bolsas habían sido escamoteados y sustituidos por sustancias que a simple vista se asemejaban al material robado.

Los almacenes en los que se custodiaba la droga, usados exclusivamente por la Udyco, estaban cerrados con llave y las sustancias fueron sustraídas paulatinamente. Los investigadores de Asuntos Internos habían centrado sus sospechas en L.S.M. dado su papel en la Udyco y su posterior solicitud de una excedencia, porque el ex agente abandonó el servicio para impulsar un negocio de compraventa de motocicletas y embarcaciones de recreo en Sevilla capital.

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