L D (Europa Press) El caso estará a partir de ahora bajo la supervisión de la Fiscalía de Menores. Según las primeras investigaciones, el vehículo BMW que conducía el niño de 13 años había sido sustraído un día antes y tenía restos de pintura metálica en la parte posterior, lo que podría apuntar a su utilización en un robo mediante el procedimiento del alunizaje. En el interior del coche, además, había señales de que podría haber sido utilizado para transportar chatarra.
Los tres menores fueron detenidos en las inmediaciones de la carretera M-45 cuando al ser sorprendidos por la Policía Local circulando por la Cañada Real de Merinas emprendieron la huida, momento en que los agentes comenzaron una persecución durante la que el conductor intentó saltar en marcha abriendo la puerta, causando daños a cuatro coches estacionados en la zona.
La persecución se prolongó durante unos seis kilómetros y concluyó en una rotonda de Coslada con acceso a la M-45 donde los niños realizaron un brusco cambio de sentido y chocaron contra el vehículo policial.
Los menores, que dijeron residir en el poblado La Jungla, situado en la carretera que une Mejorada del Campo con Vicálvaro y ocupado por familias de etnia gitana, salieron ilesos mientras que los agentes tuvieron que ser atendidos por molestias cervicales que no resultaron de gravedad.