Este domingo se podía leer en el diario de Prisa cómo la defensora del lector de esta cabecera, Milagros Pérez Oliva , recogía la multitud de quejas que le habían llegado debido al tratamiento parcial e interesado que El País había dispensado a este tema.
Algo parecido le ha ocurrido al diario estadounidense. Aprovechando el filón que está teniendo en estos meses el recurrente tema de los abusos, The New York Times y la CBS realizaron una encuesta a católicos, practicantes y no practicantes, con el objetivo de evidenciar la espantada de los miembros de esta confesión y su alejamiento con respecto a Benedicto XVI.
Su principal precedente era el caso de los abusos sexuales en la Diócesis de Boston, que causó conmoción en EEUU. Pero el tiro les ha salido por la culata y una mayoría considera que la prensa no se ha ajustado a la realidad al juzgar este tema frente a los que defienden que han relatado los hechos de manera imparcial.
Igualmente, los encuestados acusan a medios de comunicación como NYT de atacar a los católicos mucho más que a los miembros de otras confesiones, enfocando su ataque principal contra el Vaticano y la persona de Benedicto XVI. En este sentido, la encuesta revela un claro apoyo de los católicos de EEUU a la política de tolerancia cero llevada a cabo por el Pontífice. Un 59% habla de ataques desproporcionados de la prensa.
“No he perdido mi fe en mi religión”, dice uno de los encuestados, en referencia a la campaña contra los católicos emprendido por uno de los principales diarios de EEUU. Y es que una mayoría de los católicos tiene una opinión favorable de EEUU, justo lo contrario de lo que buscaba este diario de línea progresista.
La cabecera estadounidense, aunque intenta agarrarse a los resultados que avalan sus tesis, se rinde ante la evidencia de los datos de la encuesta. En una catarata de cifras se puede observar que un 79 por ciento de los católicos reconoce que estos casos no afectarán a sus donaciones a la Iglesia Católica; un 82% cree que no afectan a su asistencia a los oficios religiosos y un 87 dice que tampoco afectan los casos de los abusos para su participación en los actos de la parroquia.
Quizás el dato más revelador se dé con la persona del Papa. En marzo, Benedicto XVI tenía un índice de aprobación del 27 por ciento mientras que tras esta campaña ha crecido hasta el 43, gracias, dicen, a su firmeza ante estos casos.
Entre los católicos practicantes el porcentaje crece y un 75 por ciento considera que la Santa Sede ha trabajado para luchar contra los abusos sexuales y aumenta hasta el 91% los que creen en la capacidad del Vaticano en la lucha futura contra estos escándalos. Por último, destaca que nueve de cada diez encuestados dice que los abusos son tan comunes en la Iglesia como fuera de ella.
