L D (EFE) Según un balance definitivo comunicado por la Policía, un total de 1.408 vehículos fueron quemados, un récord desde que empezó la ola de guerrilla urbana, el pasado 27 de octubre. El número de detenidos durante la pasada noche se eleva a 395 personas, precisó la Policía. Además, un hombre que estaba en coma desde la agresión que sufrió el pasado viernes en la localidad de Stains (Seine-saint-Denis, afueras de París) ha muerto, según informó este lunes su viuda tras reunirse con el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy.
Otra novedad fue el lanzamiento de artefactos incendiarios contra dos iglesias en Saint-Edourad (norte) y Sete (sur). La escalada de la violencia, con disparos de perdigones contra las fuerzas del orden, ha llevado a algunos a pedir la ayuda del Ejército. Decenas de edificios, entre ellos escuelas o parvularios, fueron incendiados por jóvenes violentos en zonas urbanas difíciles en todo el país durante la pasada noche, sin que surtiera efecto el llamamiento del presidente francés, Jacques Chirac, al restablecimiento del orden como "prioridad absoluta".
Tampoco hizo mella el anuncio del primer ministro, Dominique de Villepin, de que se reforzarán los medios para combatir la revuelta y se acelerarán los procedimientos judiciales para juzgar de forma inmediata a los detenidos. La escalada de la violencia quedó especialmente de manifiesto en Grigny (Essone, afueras de París), donde unos 200 alborotadores dispararon con perdigones contra agentes, que cayeron en una emboscada.
"Apuntan a la cabeza"
Treinta y cuatro resultaron heridos, dos de ellos de gravedad que fueron hospitalizados y recibieron la visita del ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, que, ante el impacto de bala detectado en el casco de otro antidisturbios comentó que los violentos "apuntan a la cabeza". Ante el agravamiento de las revueltas, un sindicato de policías pidió la intervención del Ejército y la instauración del toque de queda nocturno en los barrios difíciles.
"Parece que nada puede ya atajar la guerra civil que cada día se extiende un poco más al conjunto del territorio nacional. Los acontecimientos que vivimos actualmente no tienen precedente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial", afirmó el sindicato Acción Policía CFTC, en un comunicado. El alcalde de un barrio periférico de Paris secundó el llamamiento a que los militares sean desplegados en las zonas violentas.
La Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (OUIF), uno de los grupos islámicos mas importantes del país y considerada como próxima a los Hermanos Musulmanes, pronunció una "fatua" (decreto religioso) contra las violencias urbanas. La UOIF afirmó que le está "prohibido a todo musulmán" participar en toda acción que "golpee de forma ciega a bienes privados o públicos o que pueda atentar contra la vida ajena".
La organización llamó a los jóvenes musulmanes a "calmar su cólera, meditar y conformarse" a ese edicto religioso, a la vez que exhortó a las autoridades y los poderes públicos a "medir la gravedad y la peligrosidad de la situación". Las violencias parecen "poner a descubierto los graves fallos del modelo de integración francés" que sume a jóvenes de los barrios difíciles en "la desesperación y la miseria".
El portavoz del Gobierno conservador francés, Jean-Francois Copé, afirmó que pese a la situación "muy difícil" causada por las revueltas desde el pasado día 27, "se han llevado a cabo acciones enormes, con resultados muy positivos". En algunos barrios, "las cosas serían peores" sin esas acciones, dijo Copé en la emisora "France Inter", y señaló que el mapa de los incendios y las violencias muestra que tienen lugar "allí donde el principio de los guetos no ha sido aún erradicado".
Mientras, el jefe del Gobierno se dispone a desvelar este lunes, por televisión, una serie de medidas frente a la situación. La prensa francesa muestra su preocupación ante la extensión de los disturbios y habla de la "impotencia" del Gobierno, a la vez que se hace eco de la frustración de los habitantes de los barrios difíciles que se sienten "abandonados".
Escuelas incendiadas
En otro barrio periférico de París, un niño de 13 meses fue hospitalizado al ser alcanzado por piedras lanzadas contra un autobús. Tres escuelas fueron incendiadas a las afueras de París, mientras que en Saint Etienne (sureste francés) fue quemado un parvulario. En el barrio del Mirail a las afueras de Toulouse, sur de Francia, donde por la tarde ya se habían constatado al menos media docena de vehículos quemados, decenas de alborotadores lanzaron diversos tipos de objetos a las fuerzas del orden, que respondieron con gases lacrimógenos.
Los jóvenes violentos también intentaron allí destruir una estación de metro con un coche incendiado. En Corbeil-Essones, igualmente en la periferia sur de París, decenas de jóvenes encapuchados intentaron lanzar desde un paso elevado un coche contra un autobús de antidisturbios. Otro hecho grave de la jornada fue el descubrimiento en Evry, a las afueras de París, de un taller de fabricación de cócteles molotov, con varias decenas listas para ser utilizadas.
Alerta en Alemania
Cinco automóviles aparecieron quemados en un barrio del centro de Berlín, la madrugada de este lunes, a consecuencia de incendios provocados cuyo trasfondo investiga la policía por si hay relación con los disturbios de Francia. Las investigaciones han pasado a competencia del departamento policial de defensa pública, por considerarse que podría haber una motivación política, informó la policía berlinesa.
Los cinco automóviles fueron incendiados entre la 1.00 y las 3.30 locales, en cinco calles distintas pero cercanas entre sí, por lo que se cree que fueron obra de un mismo grupo de individuos. Los hechos ocurrieron en una zona del barrio de Moabit de población de bajos ingresos, alto índice de paro y de inmigración.
Otros casos de incendios provocados de automóviles se habían registrado en la capital alemana pocos días antes del Primero de Mayo, jornada que desde hace más de una década y media suele estar marcada por disturbios entre alborotadores y policía, generalmente en el barrio multiétnico de Kreuzberg.