L D (EFE) Se da la circunstancia de que, en años anteriores, Madrid ha sufrido más apagones por las mismas razones, como el ocurrido el 31 de julio de 1999, también en la subestación de Unión Fenosa de Méndez Álvaro, que dejó sin suministro a medio millón de personas.
El pasado 15 de julio, las llamas se declararon en una subestación eléctrica de Unión Fenosa cercana a la estación de Atocha, en concreto en la céntrica calle de Alameda, que provocó una intensa humareda visible a más de 30 kilómetros de distancia. La capital, aún conmocionada por los atentados del 11 de marzo, se vio envuelta en un gran caos por el corte de suministro eléctrico a ocho mil clientes de la compañía, de tráfico y de transporte público. El fuego comenzó sobre las 13.40 horas en un edificio de la "almendra histórica y cultural" de Madrid, y además de causar intoxicaciones por inhalación de humo al menos a cinco personas, obligó al desalojo de varios edificios colindantes, entre ellos el Ministerio de Sanidad y Consumo.
El 30 de junio de este año, dos averías en sendas líneas de Sevillana-Endesa dejaron sin electricidad durante varias horas a 9.600 clientes de las zonas de San Antón y Camino de Ronda de Granada capital. Los apagones se debieron a problemas en dos cables, que seguramente se averiaron a consecuencia del incendio del día anterior en un transformador ubicado en la calle Aben Humeya.
El incendio en la subestación eléctrica de Unión Fenosa de Méndez Alvaro el 31 de julio de 1999 dejó sin luz a medio millón de personas y generó un caos en la mayor estación de autobuses de la capital, debido a un fuego en un transformador. Unión Fenosa estimó entre 1.500 y 2.000 millones de pesetas los costes de recuperación de sus infraestructuras dañadas.
Además, el 4 de marzo de 2000, otro incendio registrado en una subestación eléctrica de Unión Fenosa en El Cerro de la Plata, Madrid, dejó sin luz a 20.000 madrileños.