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Técnicos australianos de la NASA intentan comunicarse con el "Spirit" en Marte

Un grupo de ingenieros australianos del Complejo de Comunicación con el Espacio Profundo de Tidnbinbilla, en Camberra, intentará comunicarse este viernes con el "Spirit", el vehículo robot de la NASA que se encuentra en Marte a la espera de la llegada de su misión gemela, "Opportunity". Desde la mañana del jueves, el robot tan sólo ha mandado datos de manera muy esporádica.

L D (EFE) Glen Nagle, experto del complejo cuya antena de comunicación con el espacio profundo "Deep Space Network" está al servicio de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) de EEUU, indicó a la radio australiana ABC que es muy posible que se puedan restablecer las comunicaciones. "Ello facilitará que los datos necesarios lleguen a la nave espacial, para que ésta a su vez se comunique con nosotros y podamos determinar las condiciones en las que se encuentra el robot", señaló Nagle.
 
En las últimas 24 horas, el robot tan sólo ha mandado datos de manera muy esporádica y cuando se han recibido han resultado ser ruidos de radio o pitidos que indican que ha recibido instrucciones desde la Tierra. En un primer momento, los científicos atribuyeron los problemas a una tormenta sufrida en el centro de comunicaciones de Tidnbinbilla pero ahora consideran que el robot podría tener algún tipo de avería informática o en los paneles de energía solar.
 
El último de estas señales se recibió en la mañana del jueves, según explicó Firouz Naderi, director del programa de exploración marciana en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial estadounidense (NASA). "Es un problema grave. Se trata de una anomalía muy seria", declaró el director del programa, Pete Theisinger. Las comunicaciones que se han interrumpido, precisó Theisinger, son las que el vehículo realiza a través de las naves Mars Global Surveyor y Mars Odyssey.
 
En un primer momento, los científicos atribuyeron los problemas a razones climatológicas pero ahora consideran que podría padecer algún tipo de avería informática. Los técnicos trabajan contrarreloj para tratar de reparar la avería, y el subdirector del proyecto, Richard Cook, opinó que "no está claro que haya una única causa... que explique los comportamientos que estamos viendo".

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