(Libertad Digital) “La misión de Occidente es exportar la democracia”, afirmó Sorman al inicio de su disertación, que fue seguida por un centenar de estudiantes de la Universidad San Pablo CEU de Madrid y por destacadas personalidades del PP, como el ex presidente del Gobierno José María Aznar y las ex ministras Ana y Loyola de Palacio. El acto se celebró en la Facultad de Ciencias Económicas de dicha institución.
El influyente columnista francés (colabora en periódicos como Le Figaro, The Wall Street Journal y La Nación) afirmó que los occidentales somos “herederos de Atenas y Jerusalén”, y que la libertad es una idea occidental que no suscita rechazo en sociedad alguna.
A su juicio, quienes se oponen a la expansión de la libertad con el argumento de que ello atentaría contra la diversidad cultural incurren, consciente o inconscientemente, en una suerte de racismo, porque dan a entender que hay individuos y sociedades a los que sólo cabe dirigir por medio del despotismo, la coacción y la represión. “Si no hay jerarquías raciales o nacionales, ¿por qué unos pueblos pueden vivir en libertad y otros no?”, se preguntó.
Para Sorman, practicar una política de statu quo significa “encerrar en la tiranía y la pobreza” a los individuos que viven sojuzgados por regímenes dictatoriales y convierte a las democracias en cómplices de éstos.
Por lo que hace al Islam, opinó que pensar en él como algo monolítico es “caer en la trampa que nos han tendido los terroristas islámicos”. “Una de las formas de enfrentarse (a éstos) es no aceptar su vocabulario”, añadió.
El autor de Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo o de El mundo es mi tribu dijo que la diversidad de la historia de los musulmanes “impide sostener que haya incompatibilidad entre Islam y democracia”, y exhortó al mundo occidental a prestar un apoyo decidido a los musulmanes liberales: “Debemos exportar la democracia por solidaridad con los pueblos musulmanes, el objetivo final de los terroristas islámicos”.
Asimismo, demandó a Europa que desempeñe un papel de primer orden en tal proceso: “No debemos ser meros espectadores de la actuación de EEUU”.