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Sólo el 20% de las asesinadas por sus parejas en 2008 denunció a su agresor

El Informe de víctimas mortales por Violencia Doméstica y Violencia de Género en el ámbito de pareja, realizado por el CGPJ, señala que en 2008 murieron 90 mujeres debido a la violencia de género y la violencia doméstica. Sólo el 20% había denunciado a su asesino.

Elcid dijo el día 28 de Febrero de 2009 a las 10:59:

¿alguien se ha parado a pensar que quizá alguno de éstos no le hubiera puesto la mano encima a su pareja antes de matarla?

punt dijo el día 27 de Febrero de 2009 a las 18:05:

Y las cifras seguirán subiendo hasta que alguien ponga freno a los desmanes de este corrupto, injusto e ilegítimo gobierno.

Si hay más muertes de mujeres a manos de sus parejas es precisamente porque la Ley de Violencia de Género es absolutamente injusta, hace discriminación inconstitucional por razón de sexo, se salta a la torera cualquier principio de proporcionalidad y dinamita la presunción de inocencia de los hombres (además de patear el diccionario con el uso de esa abyecta palabra "género", arma feminista de destrucción masiva social). Así, una situación de crisis familiar de las que siempre ha habido, y que se podría saldar con consecuencias muy leves, deriva (por obra y gracia de la progresía izquierdista y feminista y de sus leyes injustas) en la muerte de la mujer, precisamente por la indefensión del hombre ante la Ley.

Sucede algo parecido al caso de Emilio, el joven que entró en una Herrikotaberna maza en mano para vengarse de ETA por destrozarle la casa. Cuando uno ve que la Ley se alía con los agresores y no con las víctimas (y en cualquier proceso de divorcio la mujer es la agresora y el hombre la víctima), algunos pierden el control y se toman por su mano la justicia que la Ley les niega. Es lo que hay: las leyes injustas generan violencia.

Por otra parte, si hay más extranjeros tanto entre víctimas como entre agresores, se debe a los suicidas procesos de regularización masiva de inmigrantes ilegales llevados a cabo por los gobiernos de ZP, que han propiciado un inmenso aluvión de extranjeros, que vienen a España sin intención de integrarse, a mantener en España sus costumbres a menudo mucho menos civilizadas. Eso son cosas que pasan cuando se hacen mal las cosas (y eso sin contar los miles de vidas que se ha llevado el Atlántico a cuenta del efecto llamada, gentileza de ZP y Caldera)

¿Que si las mujeres han denunciado o no? Lo siento, pero desde que la denuncia falsa de violencia se convierte en una herramienta para el ROBO al marido en un proceso de divorcio (es un principio básico que rige la actuación de los abogados feministas en los casos de divorcio: denuncia al marido, que así te quedas con todo), me lo creo más bien poco. De hecho, ante una denuncia de malos tratos casi me planteo antes cuánto tardará la mujer en exigir el divorcio, de acuerdo con el plan del abogado, que plantearme si el marido será culpable de algo.

Y, en cualquier caso, cuando la denuncia es legítima (que también las hay, faltaría más) tampoco sirve para otra cosa que para encender aún más los ánimos del marido, ya que el "generoso" ZP pone la Ley pero no el presupuesto, de modo que las órdenes de alejamiento quedan en agua de borrajas y, cuando tienen razón de ser, suelen acabar en la muerte de la denunciante por no poderse hacer cumplir.

Qué quieren que les diga: desde que ZP está en el poder, el número de muertes de mujeres a manos de sus parejas ha aumentado de año en año, lo que da fe de la -como mínimo- ineficaz gestión de este problema (ineficaz como mínimo, y criminal como máximo).

A ver si, con un poco de suerte, alguien tiene un poco de cerebro y vuelve a promulgar leyes JUSTAS. Seguro que se calmarían mucho los ánimos.

Un saludo.

sinuhe19 dijo el día 27 de Febrero de 2009 a las 16:41:

es una prueba

paserifo dijo el día 27 de Febrero de 2009 a las 15:12:

Dándole la vuelta a la estadística, 70 mujeres asesinadas no habían denunciado antes a sus victimarios. Quizás si hubiesen tenido ocasión algunas de ellas seguirían con vida.

Un amigo mío suele decir "En esta vida hay mentiras, verdades y estadísticas". En cualquiera de los tres casos, hay que ser prudente.

Un dato muy llamativo es el de víctimas nacionales y víctimas extranjeras. Si es un poco más arriesgada la situación de las mujeres extranjeras, habría que dedicarles un poco más de atención, ¿no?.