"Si se arreglaran –estas siete carreteras– podrían eliminarse la mitad de los tramos negros de España", ha subrayado el responsable de Seguridad Vial de la Fundación Prieto, Lluis Puerto, quien ha llamado la atención sobre el repunte de accidentes que se ha producido los últimos tres meses y ha pedido al Ministerio de Fomento que invierta en el mantenimiento de estas carreteras, ya que "con un esfuerzo relativamente concentrado se puede atacar un número muy grande de tramos negros".
Concretamente, las carreteras con más cantidad de tramos negros son la N-621, la N-630, la N-632, la N-122, la N-234, la N-322 y la N-340. De ellas, la carretera que más tramos negros ha aumentado desde el estudio anterior en el 2006 es la N-632, que tiene tres tramos negros concentrados en Asturias.
Por comunidades autónomas, Asturias es la de mayor proporción de tramos negros en la RCE, seguida de Cantabria y Aragón. Además, Asturias y Cantabria son las únicas comunidades autónomas que han aumentado la proporción de sus tramos negros desde 2006.
Después de Aragón se sitúa Galicia, Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Cataluña, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, la Rioja, Comunidad de Madrid, Murcia, Navarra y País Vasco. La mayor disminución de tramos negros en el último trienio se da en Extremadura, Comunidad Valenciana y Andalucía.
Un 10,4% tramos peligrosos
En general, Puerto ha señalado que el contexto es "positivo", ya que el número de tramos de la red de carreteras que contrala el Estado con riesgo elevado o muy elevado de accidentalidad –teniendo en cuenta el número de accidentes de tráfico y fallecidos– ha descendido del 36 por ciento entre 1999 y 2001 al 10,4 por ciento entre 2007 y 2009.
Sin embargo, el responsable de Seguridad Vial de la Fundación RACC ha destacado que "uno de cada diez tramos en España todavía representa un riesgo elevado o muy elevado de sufrir un accidente" y ha insistido en que es "un momento especialmente crítico", debido al repunte de accidentes entre septiembre y noviembre, para aplicar "una política de mantenimiento" de las carreteras.
Así, ha asegurado que las medidas puestas en práctica para reducir el número de accidentes de tráfico los últimos años han funcionado, pero el repunte de accidentes lo que viene a señalar es que "esas medidas no van a seguir bajando los accidentes", por lo que si se quiere continuar descendiendo el número de muertos que se cobra la carretera hay que invertir en las carreteras y aplicar nuevas medidas.
Además, ha llamado la atención sobre el hecho de que el objetivo propuesto por Europa de reducir un 50 por ciento el número de víctimas de tráfico se ha logrado en España en general y en las autopistas, donde de hecho se ha alcanzado una reducción del 63,6 por ciento desde 2003, pero no en las carreteras convencionales, con una sola calzada para ambos sentidos, que son las que "tienen un mayor número de kilómetros" en España, en donde la reducción ha sido del 41,6 por ciento.
Por otro lado, el estudio analiza el riesgo de las carreteras para los motoristas y concluye que la mitad de los accidentes graves de moto y ciclomotor en la RCE se localizan en sólo 1.740 kilómetros de la red (el 7,5%), por lo que también podrían ser prevenidos mejorando estos tramos. Cinco de los diez tramos más peligroso para los motoristas se encuentran en Andalucía, los otros pertenecen a la Comunidad Valenciana (tres), Galicia y Madrid.