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Seis inmigrantes murieron en Marruecos en la avalancha de la pasada madrugada

Seis inmigrantes subsaharianos resultaron muertos por disparos en los enfrentamientos que se produjeron este jueves con las fuerzas de seguridad marroquíes al impedir un nuevo asalto a la valla fronteriza que separa Marruecos de Melilla, informaron fuentes del ministerio del Interior marroquí. Alonso corroboró este jueves que los disparos que mataron a dos inmigrantes en suelo español el pasado jueves en Ceuta no los realizó la Guardia Civil.

(Libertad Digital) Las fuentes señalaron que las fuerzas de seguridad tuvieron que disparar para defender los puestos de vigilancia situados frente a la alambrada ante la violencia inaudita que mostraron los asaltantes. Añadieron que algunos de los inmigrantes subsaharianos murieron por disparos de bala y otros aplastados por sus propios camaradas, e informaron de que unos treinta clandestinos resultaron heridos.
 
El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno marroquí, Nabil Benabdelá dijo que los inmigranetes atacaron con "gran violencia" los puestos de los servicios de seguridad marroquíes, de modo que estos ejercieron el derecho a la "legítima defensa", matando a seis personas e hiriendo a "varias" más. Según dijo, al parecer todas las víctimas eran hombres. El portavoz hizo hincapié en que los subsaharianos utilizaron la violencia debido a su "desesperación".
 
Por su parte, el gobernador de Nador, Abdelá Bendhiba, confirmó también el fallecimiento de seis subsaharianos y explicó que la "inusual violencia" de la intentona "obligó a los servicios de seguridad" marroquíes a responder en "legítima defensa", según una declaración difundida por la agencia MAP. Un total de 290 clandestinos fueron detenidos después del asalto. Según sus palabras, anoche, 400 clandestinos subsaharianos "asaltaron los puestos de vigilancia colocados por las autoridades marroquíes en el entorno del fuerte de Gurugú" y durante el asalto "los clandestinos demostraron una violencia inusual, obligando a los servicios de seguridad a responder en el marco de la legítima defensa". En ese contexto, "290 clandestinos fueron arrestados y, lamentablemente, seis de los asaltantes murieron".
 
El gobernador de Nador hizo hincapié en que "las autoridades marroquíes, que lamentan estos dramas, seguirán, en estrecha colaboración y coordinación con sus homólogos españoles, luchando sin descanso contra los que ordenan y los que organizan este tráfico de migrantes, que explotan sin vergüenza y la miseria de estas víctimas".
 
Hasta ahora, las autoridades marroquíes habían insistido en que las fuerzas de seguridad encargadas de vigilar las fronteras con Ceuta y Melilla nunca habían disparado contra los inmigrantes durante los asaltos masivos al doble vallado que delimita el perímetro fronterizo. Durante el asalto al vallado de Ceuta que se registró en la madrugada del 29 de septiembre pasado, murieron cinco inmigrantes por heridas de bala, dos del lado español de la alambrada y tres del lado marroquí. Los medios de comunicación oficiales de Marruecos atribuyeron entonces la autoría de los disparos a la Guardia Civil española, mientras que las fuerzas de seguridad españolas afirmaron que los disparos fueron realizados desde el lado marroquí de la valla.

De la Vega, en Melilla
 
Según fuentes españolas, aproximadamente un millar de inmigrantes se aproximaron al doble vallado en las zonas de Barrio Chino y Farhana sobre las cinco de la mañana, pero la policía marroquí en colaboración con la Guardia Civil los dispersó antes de que intentaran pasar a Melilla. En el despliegue policial intervinieron dos helicópteros, uno de la Guardia Civil y el segundo marroquí, que controlaron desde el aire los desplazamientos de los inmigrantes.
 
El asalto se impidió con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega de visita a las ciudades autónomas. De la Vega había asegurado horas antes de la avalancha que el Ejecutivo español garantizará la seguridad de todas nuestras fronteras respetando la legalidad y prestando la atención humanitaria a aquellos que huyen del hambre y la miseria.

Con su presencia De la Vega quiere, a su vez, apoyar el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de las ONG y analizar con ellos la situación. Durante la mañana, la número dos del Ejecutivo se reunirá con ONG y organizaciones humanitarias que trabajan en Melilla, más concretamente en su Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Este centro alberga ya a más de 1.500 personas, cuando fue construido para cobijar a 450 inmigrantes.

El asalto de subsaharianos en esta madrugada a la valla de Melilla es el quinto en menos de una semana y el tercero desde que el Gobierno ordenara el despliegue del Ejército en las fronteras de las dos ciudades autónomas. Asaltos que se han cobrado la vida de ocho inmigrantes subsaharianos en poco más de un mes, tres de ellos en Melilla y cinco en Ceuta.

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