El ministro de Industria, Miguel Sebastián anunció en la Sesión de Control en el Congreso de los Diputados, que en línea con lo acontecido en Japón: se va a “proceder a revisar la seguridad de las centrales nucleares españolas”. Para ello, según aseguró, han encargado “un estudio sísimico complementario, y un estudio sobre el riesgo de inundación” dando prioridad a la central de Cofrentes.
Además, Sebastián aseguró que se ha “pedido al Consejo de Seguridad Nuclear que analice el impacto de la nueva situación por si fuera necesario una nueva medida”. El responsable de industria zanjó las críticas de IU sobre la seguridad de las centrales asegurando que: “Estas medidas son las razonables, otras no están justificadas, porque las centrales son perfectamente seguras”.
Zapatero ha comparecido posteriormente en rueda de prensa para confirmar este anuncio, asegurando que nadie "podía prever" las consecuencias de lo ocurrido en japón.
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La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) se inauguró el 11 de mayo de 1971. En ese mismo año, la central japonesa de Fukushima empezó a quemar uranio. Ya de por sí de que el "tema Garoña" ha sido motivo de polémica en España, era inevitable que tras lo ocurrido en Japón, la central nuclear burgalesa no saliera, una vez más, a la palestra.
Garoña, blanco de las críticas socialistas y ecologistas, se ha convertido en un símbolo para la industria nuclear española. En mayo, Garoña cumplirá 40 años. Aunque la industria asegura que la central puede funcionar 20 años más, el Gobierno ha fijado su cierre definitivo el 6 de julio de 2013. Sus propietarios fijaron una fecha de cierre de media -50 años-, pero el Gobierno se negó a aceptar las condiciones de estos.
Sólo un año mayor que Garoña era Vandellós I (Tarragona). El único accidente nuclear ocurrido en España tuvo lugar en esta central. En 1989 ardió una de sus turbinas, y en julio del año siguiente paró su funcionamiento.
La central inactiva más antigua es José Cabrera. Se encuentra en Almonacid de Zorita (Guadalajara). Fue inaugurada en 1968, y era la más pequeña del sistema eléctrico español. El 30 de abril de 2006 cerró, y desde febrero del año pasado, se encuentra en proceso de desmantelación.
Según el Ministerio de Industria, España cuenta con seis centrales nucleares en funcionamiento, dos de las cuales disponen de dos reactores cada una (Almaraz y Ascó). La potencia total instalada es de 7.728 MWe. El siguiente cuadro muestra el lugar, los propietarios, la potencia eléctrica (en MW), el tipo y el año que comenzó a funcionar:
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Como ya informó Libertad Digital, el cierre de Garoña provocaría la pérdida de 1.000 empleos (600 directamente, 400 indirectamente) y en términos de compras, contrataciones, impuestos, tasas y generación empleo, las cifras rondarían los 30 millones de euros. Según un informe de Citigroup, el cierre de Garoña en 2013 tendrá un impacto negativo sobre el beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola y Endesa de 43 millones de euros al año entre 2014 y 2019. Los analistas financieros siempre consideraron que el cierre de Garoña respondía a una medida "política". Cabe recordar también, que mientras el Gobierno socialista anunciaba el cierre de Garoña, Zapatero acordaba con China un proyecto para desarrollar la "energía nuclear con fines pacíficos".