L D (Agencias) Sanidad ha decidido romper el convenio y a partir de ahora suscribirá acuerdos específicos, a título individual, con las empresas que integran esta federación, de las que McDonald's y VIPS, entre otras, ya han expresado su voluntad de seguir colaborando.
Durante la presentación de un libro sobre obesidad, la responsable de Sanidad admitió que Burger King ha retirado alguno de los anuncios "más agresivos" de su hamburguesas pero no es suficiente. Además, según Salgado, después de que su Ministerio anunciara la nulidad del primer contrato con la FEHRCAREM, la empresa de comida rápida no se ha manifestado dispuesta a firmar un "compromiso por escrito" para renovar ese acuerdo con la Estrategia NAOS contra la obesidad en un segundo contrato ya individual.
Salgado ha apuntado que su Ministerio "no tiene nada contra las hamburguesas" y que considera que este alimento "puede formar parte de una dieta", siempre que se consuma "con moderación". "Sin embargo, su consumo moderado en los menores es decisión de sus padres y tutores", apuntó Salgado, para quien "por cada adolescente rebelde que se tome cinco hamburguesas para contradecir sus recomendaciones, habrá dos padres que se lo pensarán dos veces" a la hora de dejar que su hijos consuman estos productos.
El Gobierno sigue sin capacidad sancionadora
Salgado anunció también durante la rueda de prensa que a partir de ahora, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria ampliará competencias y cambiará su nombre para pasar a llamarse Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). La nueva agencia tendrá competencia para denunciar ante la justicia la publicidad engañosa en materia alimentaria. "No es el caso de Burger King", que sólo vulneró un contrato entre hosteleros para no promocionar raciones gigantes de sus productos, puntualizó.
Salgado reiteró que la voluntad de su Ministerio es seguir manteniendo la política de que sean los hosteleros quienes autorregulen su publicidad a través de compromisos en la lucha contra la obesidad. El Gobierno por tanto seguirá sin capacidad de sancionar a quienes promocionen raciones gigantes de sus productos.
A preguntas de los periodistas, la ministra negó también que el Gobierno vaya a considerar "pacientes no prioritarios" a aquellos que deban sus dolencias a problemas de obesidad o malos hábitos tales como el tabaco o el consumo de otras drogas tal y como lo han empezado a hacer en Europa. Para la ministra, estos enfermos tienen derecho como los demás a acceder a los servicios sanitarios sin discriminaciones.