L D (EFE) La Progress M-57 transporta más de dos toneladas y media de alimentos, agua potable, combustible, equipos y paquetes que los familiares enviaron al ruso Pável Vinográdov y el estadounidense Jeffrey Williams, que componen la actual tripulación de la ISS. Además de sus funciones de transporte, las naves Progress se aprovechan para corregir la órbita de la ISS, que cada día desciende entre 100 y 150 metros debido a la gravitación terrestre y otros factores, y librar a sus tripulantes de los deshechos, una solución a la falta de espacio y los desechos, unos de los mayores inconvenientes a bordo del ingenio espacial.
Hace cinco días, la nave Progress M-55, con una tonelada e deshechos a bordo, se desprendió de la estación y entró en la atmósfera terrestre. Sus fragmentos calcinados cayeron en una zona del Pacífico entre Oceanía y América del Sur, en el paralelo 40 latitud sur, de mil por doscientos kilómetros y con profundidades de hasta 4.000 metros, donde Rusia ha hundido más de un centenar de aparatos espaciales los últimos cuarenta años.
Los técnicos espaciales rusos afirman que los restos de las Progress no representan ningún peligro ecológico porque la mayoría de los desechos que lleva en sus bodegas y la estructura del aparato se desintegran bajo las altas temperaturas que provoca la fricción en las capas superiores de la atmósfera. El Progress M-55 es el carguero que más tiempo ha permanecido enganchado en la ISS, más de seis meses, y es hundido según un nuevo procedimiento de destrucción de estos aparatos aprobado por el CCVE.
Antes, los cargueros rusos eran desenganchados y hundidos antes de la llegada del siguiente, pero el Progress M-55 permaneció anclado en la ISS incluso después de la llegada de la Progress M-56 el pasado mes de abril. Entre tanto, los dos astronautas a bordo de la ISS iniciaron los preparativos para recibir al transbordador "Discovery", que llevará consigo un nuevo tripulante, vituallas y equipos, informó hoy la NASA.
Hace cinco días, la nave Progress M-55, con una tonelada e deshechos a bordo, se desprendió de la estación y entró en la atmósfera terrestre. Sus fragmentos calcinados cayeron en una zona del Pacífico entre Oceanía y América del Sur, en el paralelo 40 latitud sur, de mil por doscientos kilómetros y con profundidades de hasta 4.000 metros, donde Rusia ha hundido más de un centenar de aparatos espaciales los últimos cuarenta años.
Los técnicos espaciales rusos afirman que los restos de las Progress no representan ningún peligro ecológico porque la mayoría de los desechos que lleva en sus bodegas y la estructura del aparato se desintegran bajo las altas temperaturas que provoca la fricción en las capas superiores de la atmósfera. El Progress M-55 es el carguero que más tiempo ha permanecido enganchado en la ISS, más de seis meses, y es hundido según un nuevo procedimiento de destrucción de estos aparatos aprobado por el CCVE.
Antes, los cargueros rusos eran desenganchados y hundidos antes de la llegada del siguiente, pero el Progress M-55 permaneció anclado en la ISS incluso después de la llegada de la Progress M-56 el pasado mes de abril. Entre tanto, los dos astronautas a bordo de la ISS iniciaron los preparativos para recibir al transbordador "Discovery", que llevará consigo un nuevo tripulante, vituallas y equipos, informó hoy la NASA.
EEUU tiene previsto lanzar el Discovery el próximo 1 de julio
Las autoridades de la agencia espacial de EEUU tienen previsto el lanzamiento del "Discovery" el próximo 1 de julio a las 19.49 GMT, en una misión que supone la reanudación de la construcción de la ISS, interrumpida desde hace casi un año. El viernes, Jeff Williams, que cumple las funciones de ingeniero de a bordo en la ISS, llevó a cabo una revisión del brazo robótico del complejo espacial y lo colocó en la posición óptima para recibir al transbordador.
Durante la visita del transbordador, Williams apoyará desde la estación las maniobras que realizarán con el brazo robótico dos de las tripulantes del "Discovery", Lisa Nowak y Stephanie Wilson. El "Discovery" también llevará a la ISS a un tercer tripulante del complejo espacial: el astronauta alemán Thomas Reiter, de la Agencia Espacial Europea. Williams y Vinográdov, actual comandante de la estación, también configuraron los auriculares con los que se comunicarán con los tripulantes del "Discovery" durante las operaciones de acoplamiento.
De realizarse sin problemas el lanzamiento el 1 de julio, la misión del "Discovery" será la primera de los transbordadores de EEUU en casi un año. Los viajes quedaron suspendidos el año pasado tras registrarse un desprendimiento de losetas aislantes del tanque externo de la nave. Ese mismo problema fue la causa de la desintegración del "Columbia" el 1 de febrero de 2003 en un desastre que se cobró la vida de sus siete tripulantes.
Las autoridades de la agencia espacial de EEUU tienen previsto el lanzamiento del "Discovery" el próximo 1 de julio a las 19.49 GMT, en una misión que supone la reanudación de la construcción de la ISS, interrumpida desde hace casi un año. El viernes, Jeff Williams, que cumple las funciones de ingeniero de a bordo en la ISS, llevó a cabo una revisión del brazo robótico del complejo espacial y lo colocó en la posición óptima para recibir al transbordador.
Durante la visita del transbordador, Williams apoyará desde la estación las maniobras que realizarán con el brazo robótico dos de las tripulantes del "Discovery", Lisa Nowak y Stephanie Wilson. El "Discovery" también llevará a la ISS a un tercer tripulante del complejo espacial: el astronauta alemán Thomas Reiter, de la Agencia Espacial Europea. Williams y Vinográdov, actual comandante de la estación, también configuraron los auriculares con los que se comunicarán con los tripulantes del "Discovery" durante las operaciones de acoplamiento.
De realizarse sin problemas el lanzamiento el 1 de julio, la misión del "Discovery" será la primera de los transbordadores de EEUU en casi un año. Los viajes quedaron suspendidos el año pasado tras registrarse un desprendimiento de losetas aislantes del tanque externo de la nave. Ese mismo problema fue la causa de la desintegración del "Columbia" el 1 de febrero de 2003 en un desastre que se cobró la vida de sus siete tripulantes.