Rosa Regás brinda con los funcionarios de la Biblioteca Nacional en la jornada de puertas abiertas: "Salud y república"

(Libertad Digital) La portavoz de Cultura del PP en el Congreso, Beatriz Rodríguez Salmones, ha denunciado en declaraciones a Libertad Digital la última "ocurrencia" de Rosa Regás; una brindis por la república de la directora de la Biblioteca Nacional que ha dejado a los populares "anonadados". A juicio de la portavoz popular, Regás "se ha tomado como una de sus tertulias de juventud el puesto en la Biblioteca Nacional".

"Nos parece muy grave y es una más de sus salidas de tono y de sus ocurrencias en la sede de la propia Biblioteca y ante los funcionarios, que estaban ofendidos e indignados como servidores públicos por verse involucrados en sus gustos". Rodríguez Salmones ha criticado, además, la pésima gestión de Regás al frente de la Biblioteca Nacional y ha recordado que el PP ya ha pedido su relevo a la ministra Calvo. "Con la tarea que tiene por delante, que ya se hayan perdido dos años y que se vayan a perder cuatro porque tenemos a esta mujer imprudente", se ha lamentado la portavoz popular. "Le pedimos a la ministra que tome cartas en al asunto", ha insistido, tras admitir que Carmen Calvo "estará extraordinariamente incómoda".

En los dos años que lleva en el cargo, Rosa Regás se ha hecho notar por sus declaraciones. Quince días después de su nombramiento, el 2 de junio de 2004, la escritora ya dijo que era importante que las personas que ocupan puestos como el suyo tengan una "mentalidad progresista". A su juicio, "ser de izquierdas o de derechas" sí condiciona la política a desarrollar en este tipo de instituciones.

Casi un año después recibió a Santiago Carrillo en la presentación de un libro en la Biblioteca Nacional reconociendo que, "les guste o no a los fachas", el ex dirigente comunista es "un ejemplo de una vida dedicada a la política". Crítica siempre con el PP, su firma está plasmada en una manifiesto contra el papel de la oposición ante la reforma del Estatuto catalán. Es reconocida su "admiración y respeto" por el tripartito y el Gobierno de Zapatero y como ella misma reconoció se alegró más "de la derrota del PP que de la muerte de Franco". Recientemente ha vuelto a arremeter contra los populares al acusarles de fomentar el odio hacia los catalanes.