Rosa Díez señala la "incompetencia" y el "ataque de soberbia" del Tripartito

(Libertad Digital) Recogemos a continuación las reflexiones de Rosa Díez expresadas en su blog de la Plataforma ciudadana Basta Ya y que ella misma titula: Gestionando el Caos.

 

"He dudado sobre el título de este editorial. Después de leer los periódicos del día y de escuchar diferentes informativos radiofónicos, no sabía si titular directamente lo primero que me ha pasado por la cabeza: Esta casa es una ruina. Pero he llegado a la conclusión de que lo más parecido a lo que pasa en España es el caos; un caos que no nace por generación espontánea; un caos que es producto de la incompetencia y de la   frivolidad. Vamos por partes:

 

 

El precio que ha pagado -y pagará, a poca memoria que tenga el personal de aquí a las elecciones generales- el Partido Socialista Obrero Español y más concretamente el PSN por la gestión de los resultados electorales del 27 de mayo en la Comunidad Foral era perfectamente evitable. Hubiera bastado con que el Partido Socialista se comportara como es habitual tras un proceso electoral: dejar la iniciativa para formar Gobierno al partido que tiene más votos.

 

Si el PSN hubiera hecho eso en vez de apresurarse a declararse ganador de los comicios  -habiendo quedado los terceros, con la mitad prácticamente de los votos y parlamentarios de UPN-,  no hubieran hecho ese ridículo tan espantoso; no hubieran dado ese espectáculo tan poco edificante al conjunto de la ciudadanía. Pero no sólo el PSN se lanzó a la constitución de un gobierno imposible desde la perspectiva política -gobernar con quienes son un conglomerado de radicales nacionalistas, separatistas, independentistas, anexionistas... y muchos de ellos más de derechas que Fraga-, sino que lo hizo con la aquiescencia e impulso del Comité Federal del PSOE, con todos sus "barones" dentro, con la presidencia y el ánimo de Chaves y Zapatero.

 

Lo ocurrido en Navarra -el arranque de caballo y la frenada de burro- es el ejemplo claro de la frivolidad. Se pusieron -desde Ferraz y Moncloa- a jugar con fuego, y terminaron escaldados. De ahí las dimisiones; de ahí los apoyos a los disidentes  del PSN de personajes como Maragall y Elorza, quien por cierto afirma que hará un pacto similar al prohibido en San Sebastián. Lean con atención las declaraciones de Odón: dice que volver a pactar con el PNV sería un error (por supuesto del pacto entre constitucionalistas no hay ni que acordarse). Lo que al Alcalde de San Sebastián le gusta es pactar con quienes hasta antes de ayer quemaban los autobuses de su ciudad; y con quienes aún no lo han condenado. Escuchándole se entiende por que están siempre ensoberbecidos los terroristas y sus acólitos: saben que no hay más que quemar algunos autobuses, amenazar -o incluso asesinar a alguien-, para que al día siguiente de dejar de hacerlo encuentren a algún dirigente del PSOE  que les quiera premiar por ello. Y te considere más de confianza que a cualquier demócrata que no hizo en su vida otra cosa que defender con la palabra su proyecto político.

 

Como digo: lo de Navarra se mueve entre la irresponsabilidad y la frivolidad . Los dirigentes del PSOE han hecho el discurso de "todo vale" y los navarros del PSOE, deseosos de tocar poder, convencidos de que los fachas son los del PP, pues se lo han creído. Y de aquellos polvos, vinieron estos lodos.

 

 

Lo que ocurre en Cataluña es, sobre todo, incompetencia. Y un ataque de  soberbia de los políticos catalanes del Gobierno tripartito que se han convencido a sí mismos de que tienen total impunidad. Viene a responder un poco a lo mismo que lo ocurrido en Navarra: tanto decir, tanto escuchar, que la culpa de todo la tiene el PP, han llegado a creérselo. Y por eso lo mismo cuando hay apagones que cuando hay un caos en la gestión de las nuevas infraestructuras miran para otra parte, buscan el culpable de turno y se lavan las manos; esperando que la gente siga comprando el discurso de que el malo es el PP. O cualquiera menos quienes tienen la competencia de resolver los problemas.

 

Hoy me ha llamado la atención la noticia de que el Gobierno de España ha decidido trasladar a Barcelona hasta el mes de diciembre al Secretario de Estado de Infraestructuras, Vicente Morlán. Ante esta noticia se me ocurren varias preguntas: Dado que el segundo del Ministerio de Transportes e Infraestructuras se va a dedicar hasta el mes de diciembre a resolver los problemas de Cataluña, ¿quién se va a dedicar a pensar en cómo evitar los problemas del conjunto de las infraestructuras españolas?. ¿Van a nombrar a un virrey para cada Comunidad Autónoma?. ¿No hace falta un Secretario de Estado de Infraestructuras para toda España?. ¿Qué harán si mañana surge un problema en Andalucía, o en Valencia, o en Euskadi?. ¿O han llegado a la conclusión de que sólo en Cataluña pueden ocurrir tales desastres?. En todo caso, ¿quién se va a ocupar de la política de toda España que desarrollaba -se supone- esa Secretaría de Estado?. Y que no me digan que los segundos;  porque los segundos son los que van, en todo caso,  a lo parcial. Y que no me digan que ya se queda la Ministra; sobre esto último ni siquiera haré comentario.

 

O sea, un caos. Tengo un amigo que dice que esto sólo se arregla quitándoles a las Comunidades Autónomas las competencias cuando se demuestra que no las saben gestionar. Yo le digo que eso es imposible. Y él me recuerda el artículo de la Constitución que  recoge esa posibilidad. Mi amigo lleva muchos años viviendo en Alemania; y es por eso que cree que las leyes están para cumplirlas".