L D (EFE) El pasado viernes se informó al Servicio Madrileño de Salud tanto de la denuncia como de la inspección y se remitió a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid copia de las denuncias "por si de su contenido pudiera derivarse algún indicio de delito". Este sábado “ha sido temporalmente relevado de sus funciones el responsable del servicio de urgencias al que se refiere la citada denuncia”, explica un comunicado remitido a los medios por la Consejería de Sanidad.
La Comunidad de Madrid no precisa cuál es la “mala praxis en la administración de fármacos”, en tanto en cuanto se "mantiene a la espera de que se pronuncien tanto los servicios de inspección, como la fiscalía del TSJM" y apela a la "prudencia" teniendo en cuenta la naturaleza de los presuntos hechos denunciados para evitar la creación de alarma.
La denuncia anónima fue recibida hace unos días en la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa) en un sobre con el anagrama del citado hospital y matasellos del pasado día 3. Esta asociación puso los hechos en conocimiento de Sanidad y, al igual que la consejería, también en conocimiento de la fiscalía.
Denuncia anónima
La presidenta de Avinesa, María Antonia Moral, explicó a Efe que la denuncia anónima recibida en la asociación se refiere a "sedación" de pacientes terminales con sustancias como "morfina, dormicum y traxilium".
El abogado de Avinesa, Rafael Martín, cree que se trata de un tema "muy grave", fácilmente investigable por los responsables sanitarios, ya que se aportan un listado de pacientes (43) y su número de historia clínica, aunque la denuncia apunta que pudieran pasar de 400 casos. La defensora del Paciente, Margarita Retuerto, explico que ha recibido el documento del Consejero con las denuncias anónimas en las que se trata de un de un asunto de "alta sensibilidad" sobre supuesta administración de analgésicos en procesos terminales.
La misiva anónima también alude a una supuesta denuncia de 2003 en el mismo centro por una supuesta "mal praxis" a raíz de discrepancia entre médicos sobre dosis a administrar.
La misiva anónima también alude a una supuesta denuncia de 2003 en el mismo centro por una supuesta "mal praxis" a raíz de discrepancia entre médicos sobre dosis a administrar.
Comprobación de antecedentes
Lo primero que ha hecho la Oficina del Defensor del Paciente es comprobar si existía algún antecedente sobre hechos similares relativos al hospital Severo Ochoa y, según Retuerto, "no tenía ninguno ni había recibido ninguna denuncia en este sentido". "Ni siquiera la carta anónima había llegado a nosotros", afirmó. En su opinión, en actuaciones como ésta cree que "se impone un ejercicio de reflexión y situar los hechos, que es lo que se ha hecho hasta ahora".
Explicó que, una vez recabada la información, ahora hay que ver cuál es la situación desde el punto de vista de las investigaciones abiertas y luego clarificar desde el punto de vista jurídico y deontológico, tanto en sus aspectos éticos como científicos.
Sin entrar a prejuzgar la denuncia, Retuerto señaló que está a la espera de la información administrativa sobre estos hechos y que hay que tener en cuenta los aspectos jurídicos y deontológicos en relación a la atención de cuidados paliativos.
Por último, mostró su preocupación por este asunto y destacó que desde su punto de vista "se ha vulnerado –en alusión a las denuncias— el derecho constitucional a la confidencialidad de datos especialmente sensibles como los sanitarios", por lo que ha pedido al consejero que abra una investigación al respecto.