(Libertad Digital) Según informa este viernes el diario ABC, la mala gestión de Rosa Regás al frente de la Biblioteca Nacional podría explicar el colapso de la institución, un retraso en diversas áreas que ha reconocido el mismo Ministerio de Cultura.
El rotativo explica que el director de actividades, Pedro Molina Temboury, paga 1.000 euros por conferencia, sin tener muy en cuenta la calidad de los conferenciantes. Además, estas conferencias terminan con cenas de amigos en el restaurante Nicolás, uno de los más prestigiosos de la capital.
La falta de respeto por los procedimientos de la Administración se evidencia con que cuando han faltado fondos, se ha cubierto el pago de estos gastos a través de la caja fija creada para cuestiones de urgencia. Además, la Biblioteca ya se vio obligada a solicitar el pasado julio la ampliación del crédito para poder cubrir las actividades culturales hasta fin de año. Por cierto que la política cultural de la biblioteca Nacional no se aborda en el Patronato. En este sentido, varios de sus miembros ya han mostrado su preocupación por la obsesión de la directora Regás por exposiciones y actos relacionados con la República y la Guerra Civil.
Otro servicio de prensa
Uno de los problemas que más preocupan es la extrenalización de determinados servicios, que generan una serie de gastos que no ayudan a sanear las cuentas. La falta de fondos ya se hizo notar durante la celebración de la Noche Blanca, cuando la Biblioteca Nacional fue la única institución que no ofreció a sus trabajadores el pago de 22 euros por la jornada extendida.
Otra muestra del gasto innecesario de Regás es la externalización también del servicio de prensa, apartando el que ya existía y otorgando estas funciones a Milagros Anaut, hermana de Alberto Anaut, editor de la revista Eñe, en cuyo consejo editorial se encuentra la propia Rosa Regás. Aun así, la mayor inversión real recayó en la adaptación de la web a las lenguas oficiales del Estado y a los discapacitados, renovación que el Ministerio de Cultura entiende que no da un servicio útil a sus usuarios a través de la red.
Sin concurso público
El rediseño de la web ha corrido a cargo del diseñador Alberto Corazón, que se ha encargado también del nuevo logotipo institucional y la señalización interior de las instalaciones, de las pancartas, la cartelería, el christmas navideño institucional y las sillas de diseño. Todo esto ha supuesto para su empresa AGIS unos 72.000 euros en 2005, y según las fuentes del Ministerio que pidieron anonimato a ABC, en 2006 no facturará menos de 60.000. Lo denunciable es que todo se ha hecho por adjudicación directa, sin el concurso público que toda inversión en una institución que va a pagar con dinero público debe presentar.