l d (efe) En su intervención, Rajoy esbozó las principales líneas de la acción política que propone para los próximos años y, al referirse a la educación, planteó la necesidad de hacer "un esfuerzo adicional" para "promover en el mundo educativo un sistema de principios elementales" que consideró "indispensables para consolidar un orden de libertad y hacer real la igualdad de oportunidades".
Así, apostó por "proporcionar al alumno el acceso al conocimiento de un mundo complejo para el que debe estar preparado desde el punto de vista humanístico, experimental y social, así como a una perspectiva del mundo en el que vive" para formar "ciudadanos responsables en libertad y en el buen uso de su condición de ser social". "Todo esto nos obliga a una labor ardua", aseguró Rajoy, quien apuntó que ésta debe "concebirse como una tarea en la que toda la sociedad ha de estar implicada".
El "poderoso entramado" de la cultura-basura
Advirtió de que "el abandono de muchos jóvenes a una situación de desconocimiento de la complejidad del mundo que les rodea, puede conducir a una actitud de mero disfrute de una instantaneidad sin significado, que puede acentuarse por los mecanismos indirectos de formación cultural, que van mucho más allá de lo que es el sistema escolar".
Fue entonces cuando explicó que "todo lo que ha sido denominado 'cultura-basura' forma un poderoso entramado de satisfacción para adolescentes desorientados, que dificulta la imprescindible asunción de valores y perspectivas que vayan más allá de lo efímero, lo intrascendente y lo hueco". Por ello, el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno apeló "a la responsabilidad de los medios de comunicación, especialmente los audiovisuales, por la especial influencia que ejercen" y se comprometió a "en diálogo con todos, trabajar por una propuesta cultural, que sea exigente, que contribuya a establecer un campo de valores comunes, que tengan el humus democrático y liberal que ha ido desarrollándose con la modernidad".
Así, apostó por "proporcionar al alumno el acceso al conocimiento de un mundo complejo para el que debe estar preparado desde el punto de vista humanístico, experimental y social, así como a una perspectiva del mundo en el que vive" para formar "ciudadanos responsables en libertad y en el buen uso de su condición de ser social". "Todo esto nos obliga a una labor ardua", aseguró Rajoy, quien apuntó que ésta debe "concebirse como una tarea en la que toda la sociedad ha de estar implicada".
El "poderoso entramado" de la cultura-basura
Advirtió de que "el abandono de muchos jóvenes a una situación de desconocimiento de la complejidad del mundo que les rodea, puede conducir a una actitud de mero disfrute de una instantaneidad sin significado, que puede acentuarse por los mecanismos indirectos de formación cultural, que van mucho más allá de lo que es el sistema escolar".
Fue entonces cuando explicó que "todo lo que ha sido denominado 'cultura-basura' forma un poderoso entramado de satisfacción para adolescentes desorientados, que dificulta la imprescindible asunción de valores y perspectivas que vayan más allá de lo efímero, lo intrascendente y lo hueco". Por ello, el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno apeló "a la responsabilidad de los medios de comunicación, especialmente los audiovisuales, por la especial influencia que ejercen" y se comprometió a "en diálogo con todos, trabajar por una propuesta cultural, que sea exigente, que contribuya a establecer un campo de valores comunes, que tengan el humus democrático y liberal que ha ido desarrollándose con la modernidad".