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Rajoy compra a su mujer un pañuelo por San Valentín

Un paseo por Camariñas (La Coruña) en plena campaña electoral para el 1 de marzo sirvió de excusa a Mariano Rajoy para comprar un pañuelo de encaje de bolillos, tradicional de esta localidad costera, con el que, según comentó, agasajará a su esposa, Elvira Fernández, en el Día de los Enamorados.

L D (Europa Press) Tras intentar en vano regatear con las propietarias apelando a la crisis, Rajoy adquirió el presente para su mujer por un coste total de 70 euros. No llevaba esta cantidad encima pero la consiguió gracias a la generosidad de sus colaboradores y hasta del portavoz del PP en el municipio, que también sacó su cartera para prestar dinero al presidente nacional, aunque finalmente no fue él quien hizo el desembolso, sino un miembro de la comitiva que acompaña de forma habitual a Rajoy.

Otro miembro de la agrupación local se lamentó de la tienda elegida por Rajoy para hacerse con el regalo de San Valentín. "Se ha ido a la tienda de los otros", confesó, convencido de que las dueñas del local son simpatizantes del PSOE, partido que gobierna en la localidad con ocho concejales, frente a los cinco ediles populares que completan la corporación municipal.

Ajeno a ello, Rajoy saludó una por una a las palilleiras –nombre con el que se conoce a las mujeres que fabrican manualmente el encaje de Camariñas–, que lo vieron "mucho más guapo en persona que en la tele" y también "más alto". Ellas no fueron las únicas entre las que despertó "pasiones" el líder de la oposición, al que jalearon decenas de vecinos a gritos de "Rajoy, Rajoy" y "Presidente, presidente".

El líder de los populares respondió con besos, pocos a juicio de una mujer que le habría dado "por lo menos diez" si le hubiese dejado. Más satisfecha se quedó una joven con Síndrome de Down, que consiguió su "sueño" de fotografiarse con Rajoy, quien no escatimó en saludos y apretones de manos con los vecinos.

Posados fotográficos

Las instantáneas se tomaron por decenas, ya que el jefe de la oposición consintió los posados requeridos por los fotógrafos al posar junto a la cartelería del aspirante del PP a la Presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, e incluso dentro de uno de los coches que publicitan su candidatura a través de un altavoz.

El tiempo ayudó en esta ocasión y un sol radiante acompañó durante toda la jornada en esta localidad, una de las más afectadas por el temporal que afectó a Galicia hace tan solo unas semanas. "Qué bueno hace", celebró Rajoy durante una conversación con varios marineros que, a pesar del clima, este sábado estaban amarrados a puerto.

El mercadillo del pueblo fue también parada obligatoria en el paseo del líder del PP, que departió con los vendedores sobre todo acerca de la crisis. "Con mil eurillos cada uno teníamos arreglado", comentó uno de ellos. Mientras que Rajoy no hizo ninguna compra en este comercio al aire libre, el diputado en el Congreso y ex delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, se llevó de Camariñas un pantalón de pinzas azul.

Camariñas fue el ecuador de la visita de Rajoy a la Costa da Morte, ya que previamente paseó también por Muxía y después pronunció un mitin en la localidad de Vimianzo, donde pidió el apoyo de los vecinos para recuperar "el tiempo perdido" con el bipartito, al que acusó de no hacer "nada" por esta comarca de la costa coruñesa.

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