LD (Víctor Gago – Enviado especial, Navacerrada, Madrid) El presidente del PP continúa adelantando medidas de su programa electoral. La oferta de los populares, que se conocerá completa “en pocos meses”, propondrá a los españoles las reformas “que harán que nuestro país recupere la normalidad perdida a lo largo de esta legislatura”.
La exigencia de la verdad sobre la negociación con ETA, plasmada en el reciente debate sobre el estado de la Nación en la iniciativa política para que el Gobierno muestre las actas de sus tratos secretos con la banda terrorista, ha pasado este domingo, de nuevo, a un segundo plano para el presidente del PP.
Se ha referido sólo de pasada al desafío terrorista, al reseñar una de las conclusiones del curso sobre este asunto celebrado en el Campus FAES de este año:
“Se ha discutido”, ha dicho Rajoy, “sobre cómo la democracia vencerá al terrorismo si persiste en su voluntad de victoria y en la convicción de que están de su lado la razón, la justicia y la libertad”.
Rajoy ha reiterado la voluntad de su partido de estar “pendientes de la calle” y de “los problemas reales de la gente” , sin dejar por ello de actuar “como un dique de contención frente a la marea de despropósitos que ha sido el Gobierno de Zapatero”.
A continuación de este exordio con el que ha justificado que su prioridad ahora sean las propuestas del inminente programa electoral, el presidente Rajoy se ha centrado en adelantar el perfil político y algunas de las medidas de la “ambiciosa” reforma educativa que presentará próximamente a la Opinión Pública como un capítulo “prioritario” de su programa para las Elecciones Generales.
“Quiero un sistema capaz de responder a los nuevos desafíos y necesidades del siglo XXI”, ha anunciado. “Pero quiero, además”, dijo, “que remonte nuestro déficit en formación y que cierre la brecha de innovación científica y tecnológica que arrastramos secularmente”.
El modelo educativo volverá a estar basado en los valores del “trabajo, el mérito, el esfuerzo y el respeto a los demás. Quiero que la cultura del esfuerzo y del trabajo recobre su plena vigencia”, ha indicado.
La iniciativa del PP nace de la constatación del “pésimo panorama de nuestro país debido a una educación caracterizada por la mediocridad de sus resultados”, dijo.
Rajoy ha recordado algunos indicadores de este fracaso, como una tasa de abandono que ronda el 30 por ciento, según el informe PISA. Sólo en Portugal y Malta hay más abandonos de la escuela que en España, ha subrayado.
Para lograr una educación basada en la excelencia, el PP empezará “por los cimientos. Hay que poner las bases para que nuestros hijos estén a la cabeza de los jóvenes del planeta en capacidades y habilidades relacionadas con la lectura, con la redacción de texto, con el dominio de otros idiomas, con las matemáticas o con la ciencia”, ha señalado.
Esto deberá estar acompañado, a su juicio, del respeto a la autoridad de los maestros y del fomento de valores como el trabajo, el mérito, el esfuerzo y el respeto a los demás.
“No sé si los alumnos tienen que levantarse cuando el profesor entre en clase, pero sí estoy en condiciones de afirmar que el respeto mutuo entre el alumno y el profesor es algo esencial”, dijo Rajoy.
“No quiero”, añadió más adelante, “que se adoctrine en las aulas, sino que se transmita en ellas libertad y responsabilidad”.
El presidente del PP ha adelantado que su reforma incluirá un nuevo sistema de evaluación, más exigente, en el que “los alumnos tendrán que acreditar su competencia y sus conocimientos al finalizar la etapa de cada una de las materias”.
“Se establecerá”, anunció Rajoy, “una prueba general de aptitud en todos los centros, que será externa y de carácter nacional, siendo sus resultados públicos y otorgándose a los alumnos que hayan obtenido una nota superior al notable un diploma de excelencia educativa”.
Rajoy ha remarcado la importancia de la Educación como pilar del desarrollo y la calidad de vida del país. “Sabemos que está en juego”, ha concluido el presidente del PP su discurso en la clausura del Campus FAES, “nuestra posibilidad de crecimiento y desarrollo, la calidad de nuestra convivencia, la solidez de nuestra base social y el compromiso con una ciudadanía que se demuestra con proyectos sólidos, reflexionados y compartidos por todos”.