La Junta ha organizado un concurso para disponer quién o qué empresa serán los encargados de canalizar el tráfico de visitantes, pero ya ha recibido 8.500 visitas guiadas sin haberse efectuado concurso alguno de adjudicación del servicio. Evidentemente, como comprueban, las cosas se hacen al revés. ¿Quién está organizando las visitas antes de que se efectúe el concurso?
Y además, ¿qué visitarán? Pues no hay obras de arte, ni pintura, ni escultura ni siquiera arquitectura destacada. Sólo podrá enseñarse el palacio en sí, una vez restaurado y señalarse con el dedo donde están los despachos del régimen. Otra cosa sería si ese Palacio se transformara en el gran museo andaluz por excelencia, un Prado o un Thyssen o Reina Sofía regional, unificando recursos y dotando al mismo de la publicidad suficiente. En una comunicación de la Junta de hace sólo unos días, se expone el pliego de prescripciones técnicas para la contratación por el procedimiento abierto del servicio de organización de las visitas al Palacio de San Telmo. Y dice así:
"El presente Pliego tiene por objeto definir las características técnicas que ha de cumplir la prestación del servicio de organización y desarrollo de visitas guiadas en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía.
2.- ALCANCE DE LOS TRABAJOS
2.1.- CALENDARIO DE VISITAS:
El objeto del contrato comprende la planificación y desarrollo de visitas de una hora y media de duración con el siguiente calendario semanal máximo, dentro de cuyos limites, la Consejería de la
Presidencia podrá variarlo en función de la demanda u otros factores organizativos propios, así como optar por recorrido simple o doble en atención a los mismos criterios.
Un día a la semana por la tarde en horario de 15,3021,00 horas
Sábados en horario de mañana (de 9,30 a 15,00 horas) y tarde 15,3021,00 horas
Domingos en horario de mañana (de 9,30 a 15,00 horas)Pero este concurso aún no ha tenido lugar, ¿quién se está encargando ahora de guiar esas 8.500 visitas que dice la Junta ya han tenido lugar?
Fíjense que el concurso aún no está cerrado:
Lujos y escándalos
"La nueva nobleza andaluza, representada por los altos cargos del PSOE en Andalucía, necesitaba un palacio para reunirse. No se olvide que Griñán pertenece a la casa del Marqués de Nevares, por matrimonio. La Casa Rosa era como una casa de recreo de un noble de segundo rango y hasta la miraban con cierto desprecio. Ellos necesitaban un palacio, algo que representase su alcurnia y su poder a los ojos del pueblo que gobiernan. Ansiaban tener un pequeño Versalles donde se sentirse fuertes, poderosos y protegidos. Amplias salas por donde pasear meditando las decisiones que se ejecutarán en el Boja pasado mañana. Habitaciones que recreen el pasado prerrevolucionario donde los poderosos hablaban y todos los demás callaban, allí donde el "primus inter pares" de Griñán nombre Consejeros y gobiernos. Los nuevos nobles echaban mucho de menos el lujo y la ostentación del cargo y, por ello, se regalan un palacio". Así lo escribía Antonio Barreda hace poco tiempo.
Los escándalos en torno al Palacio de San Telmo se han sucedido en el tiempo. De hecho, tras los años transcurridos desde el principio de su restauración y a pesar de haber sido puesto en funcionamiento instalando la presidencia de la Junta andaluza en su interior, aún no se sabe el coste exacto de la restauración, lo cual de por sí, es ya un escándalo. Por supuesto, a pesar de haber pedido numerosas veces, el PP estuvo años sin poder visitar las obras por orden expresa de Manuel Chaves.
Los caprichitos de Manuel Chaves
Chaves se estaba construyendo en el palacio de San Telmo un "loft" (un espacio privado con pocas divisiones, amplio y con mucha luminosidad), de 350 metros, con ascensor privado y torreón, según pudieron constar los diputados del PP a los que, al fin, se permitió visitar las obras. El PP exigía que, tras la rehabilitación, el edificio se destine a uso público y cultural. Sin embargo, el arquitecto de la remodelación que ya ha costado a los andaluces casi 70 millones de euros, ha dicho que la restauración ha salido a precios de Vivienda de Protección Oficial. La portavoz del PP en el Parlamento, Esperanza Oña, consideró ayer un «insulto alucinante» a los andaluces que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, permita que se compare el precio del metro cuadrado del Palacio de San Telmo con el de una vivienda de protección oficial (VPO).
Las obras de rehabilitación del Palacio, que alberga la sede de la Presidencia de la Junta, acumularon un retraso considerable, son un absoluto despilfarro y contienen una residencia para disfrute del presidente de la Junta. Dicha residencia, un ‘loft’ con una superficie de unos 350 metros cuadrados, dispone de ascensor privado y torreón. Para el revestimiento del suelo se ha utilizado mármol procedente de Carrara (Italia) y no de Macael, en Almería, que es mucho más barato y además deja la inversión millonaria en nuestra tierra.
Pese a que la cuantificación de las obras, según la Junta, es de 32 millones de euros, el PP afirmó que el gasto asciende a más de 68 millones de euros, y que este presupuesto "seguirá engordando". Por ello el PP había solicitado a la Vicepresidencia Primera del Gobierno andaluz una copia de cada una de las facturas.