Finlandia, Corea del Sur, Singapur, Japón, Holanda o Canadá ocupan los primeros puestos en las clasificaciones del Informe Pisa 2009 conocido el martes. En todos estos países, los jóvenes de 15 años destacan tanto en lectura, como matemáticas y competencia científica. Sin embargo, ha habido un grupo de estudiantes que han sobresalido por encima de todos, aunque sus resultados no se han dado a conocer tanto, porque la muestra no ocupaba al país entero: los alumnos de los colegios de Shanghái, la ciudad más poblada de China, fueron los primeros en las tres categorías analizadas. Y lo consiguieron por mucha diferencia, dejando pasmados a los miembros del comité que realizaba las pruebas que, por primera vez, también medían a alumnos chinos (también hicieron los exámenes adolescentes de Hong Kong y Macao; sacaron buenas notas, pero no tan espectaculares como sus pares de Shanghái).
Evidentemente, las notas de una ciudad no pueden ser representativas de toda China, y menos aún cuando ésta es la región económicamente más avanzada del país, aunque sí pueden ser una buena comparación con otros estados, puesto que esta urbe tiene 19 millones de habitantes.
Más de 5.100 alumnos shanghaianos fueron llamados a estas pruebas. Incluso suponiendo que las autoridades chinas hubiesen conseguido colar a los más brillantes de entre todos los estudiantes de la ciudad (y los autores del Informe aseguran que no es así), los resultados serían impactantes. Así, en ciencia sacaron 575 puntos de media, veinte más que los finlandeses, que ocuparon la segunda posición; en comprensión lectora, alcanzaron los 556, a 17 de los coreanos; y en matemáticas consiguieron un espectacular 600, dejando a Singapur (que en los últimos años era un ejemplo de fantásticos resultados en esta área) a 38 puntos.
España, por su parte, tuvo unas puntuaciones de 481 en comprensión lectora, 483 en matemáticas y 488 en ciencia. Madrid, la región más rica y una de las que mejores notas obtuvo, sacaba un 496 en matemáticas, y superaba por poco los 500 puntos en ciencia y lectura.
Las claves
Evidentemente, todo el mundo se pregunta ahora qué es lo que hace que los estudiantes de esta ciudad obtengan notas tan sobresalientes. Un buen artículo de The New York Times (NYT) y un excelente comentario del profesor español Jesús Fernández-Villaverde en el blog de Fedea, Nada es gratis, pueden ayudar a explicarlo.
Este experto en economía, entrevistado hace unos meses por Libertad Digital, explica que tiene una sobrina viviendo en las cercanías de Shanghái, lo que le ha permitido conocer el sistema educativo público de la región. Sus conclusiones son contundentes: "El éxito académico depende mucho más del esfuerzo y la dedicación que del gasto en educación o de que pongamos portátiles en las clases. Para aprender matemáticas uno solo necesita papel y un lápiz. Para aprender los clásicos, unas ediciones baratas de los mismos".
Fernández-Villaverde cuenta que su sobrina entra en clase a las 8.00 de la mañana y sale a las 5.00 de la tarde. Y a esa hora, no se marcha a casa, sino que acude a las actividades extraescolares establecidas (danza, inglés,...). Además, explica que el 80% de sus compañeros también está apuntado a alguna de estas actividades, que luego, en casa, tendrán que complementar con los numerosos y exigentes deberes que se les ponen. Además, sólo disfruta de ocho semanas de vacaciones al año. Quizás por eso, a pesar de que el colegio no dispone de "portátiles ni demás parafernalia" y hay hasta "45 chavales por maestro" sus conocimientos y su rendimiento son tan excepcionales.
En el artículo del NYT, se incide en estos aspectos, aunque se matiza algunas cuestiones que podrían jugar a favor de los alumnos chinos. Por ejemplo, Shanghái es una ciudad a la que acuden muchos inmigrantes del resto de china, algunos de los cuales mandan a sus hijos a sus ciudades de origen a estudiar en el instituto, aunque las autoridades quizás intenten retener en la ciudad a los más brillantes, lo que ayudaría algo a elevar las notas. Pero incluso así, el autor destaca el "estelar" papel de los estudiantes en las pruebas y como sobrepasan con mucho al de los alumnos más aplicados de EEUU, los de Massachusetts.
Además, en este reportaje se destaca un hecho relevante y es que las autoridades en Shanghái han adoptado en los últimos años "importantes reformas en el curriculum de los alumnos y han dado más libertad a los maestros para experimentar" en las aulas. Es decir, que lo que los colegios de Shanghái tienen es más horas de estudio, más exigencia y también más libertad para los maestros a la hora de elegir cómo dar las clases. Y sus estudiantes son los que mejores notas han sacado, ¿habrá alguna relación entre todas estas cuestiones?