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Polémica entre los diputados canadienses por la ley de matrimonios homosexuales

El Gobierno canadiense vive momentos de agitación debido a la polémica suscitada tras la decisión de legalizar los matrimonios homosexuales. La mitad de los diputados se opone a que la ley del matrimonio se defina como unión de “dos personas” en vez de “un hombre y una mujer”. Además, plantean celebrar un referéndum nacional para que la gente decida.

L D (EFE) El Gobierno canadiense sigue defendiendo su polémica reforma del matrimonio para incluir las uniones homosexuales, pese a que la mitad de sus diputados se opone a los casamientos de las parejas del mismo sexo. Los intentos de cambiar la dirección que ha tomado el Gobierno de Jean Chrétien -aceptar el dictamen de los tribunales e implementar lo antes posible los cambios legales necesarios para que los homosexuales no sean discriminados- se multiplican cada día.

Las dos últimas ideas lanzadas por los diputados gubernamentales contrarios a los matrimonios homosexuales han sido la celebración de un referéndum nacional para que la población decida y modificación del lenguaje de la ley para que matrimonio sólo sea la unión santificada por las diferentes iglesias o confesiones. Con esta propuesta, las bodas civiles, heterosexuales u homosexuales, se llamarían uniones civiles y las distintas confesiones religiosas del país tendrían la exclusiva para constituir matrimonios.

Pero el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, ha rechazado las dos propuestas y ha asegurado que el proyecto de ley que define el matrimonio como "la unión de dos personas" seguirá su curso.

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