Dos buques vascos, el Intertuna II y el Artxanda, lograron repeler el ataque de piratas somalíes frente a las costas de Kenia y un tercero, el Intertuna III, avistó un esquife que se dirigía a ellos, y emprendió la huída dejando atrás la embarcación. Además, dos buques franceses han intentado también ser abordados sin éxito. La situación en esa zona del Índico es de alerta máxima debido a la masiva presencia de embarcaciones piratas.
Otras fuentes, citadas por RTVE, hablan también de un tercer pesquero español atacado, el Isurdia, que habría acudido en la ayuda del Artxanda cuando éste fue asaltado por los piratas somalies.
Según informaron fuentes de Cepesca, el primero de los ataques se produjo contra el Intertuna II, cerca de la zona en la que este jueves piratas intentaron secuestrar el Albacan, a 350 millas de la costa de Kenia. Sin embargo, el atunero logró repeler el intento, tras hacer uso del armamento de la seguridad privada.
Pasadas las once y media de la mañana, el buque, perteneciente a la empresa Albacora, estaba siendo escoltado hacia Puerto Victoria por un helicóptero y una fragata italiana, y navegaba arropado por el Alakrana, secuestrado a finales del pasado año durante 47 días, y el Antxa.
Poco después, el Intertuna III, también presente en la zona, avistaba un esquife pirata a unas cuatro millas del casco, por lo que procedió a emprender la huida y logró alejarse de los atacantes. También el buque auxiliar vasco, encargado de largar las redes, Artxanda fue objeto de un intento de secuestro, si bien, también en este caso, logró eludirlo, tras disparar contra la lancha pirata.
Los mismos medios señalaron que los piratas han intentado abordar dos buques de bandera francesa, uno oceanográfico y otro pesquero, aunque, en principio, no habrían logrado su objetivo.
Fuentes de las empresas propietarias, Albacora y Atunsa, las tripulaciones, compuestas en su mayor parte por vascos, se encuentran perfectamente, aunque se han visto obligados a hacer uso de las armas de la seguridad privada.
La situación es de máxima alerta y los responsables de flota se encuentran reunidos en Gabinete de crisis porque la zona se encuentra "plagada" de buques nodriza y esquifes piratas. El contacto con la tripulación es continuo.