(Libertad Digital) Piqué explicó en el programa Al sur de la semana de la Cope, sobre las acusaciones Maragall contra CiU que "si lo que dice es cierto y se retracta ante un chantaje, creo que es un caso de indignidad. Si lo que dice es cierto y tiene pruebas, lo que tiene que hacer es ir al juzgado de guardia, de lo contrario se convertiría en encubridor de un delito. Si lo que dice es cierto pero no se puede probar, creo que estaríamos ante un caso de cósmica frivolidad política. Se mire como se mire, Maragall es acreedor de esa petición de dimisión que le hice y que sé que le molesto profundamente pero creo que se basa en argumentos irrebatibles".
El presidente de los populares catalanes se preguntó si después del pleno en el Parlamento catalán todos esos sentimientos de desconfianza y desesperanza de los vecinos del Carmelo han mejorado o han empeorado. "Tengo la impresión, además así lo están diciendo los representantes de los afectados, de que salieron del pleno mucho mas desesperanzados, desconfiados, respecto a sus instituciones y muchísimo mas irritados. Eso significa que no hemos hecho las cosas bien".
Amenazas y chantajes en el Parlamento catalán
A su juicio, tanto Artur Mas como Maragall cometieron un grave error político. Entiende Piqué que el líder de CiU debería haber respondido a las acusaciones de corrupción instando al presidente de la Generalidad a retirarlas o acudir a los tribunales. "En lugar de plantearlo en estos términos le dice que si sigue por ahí, le voy a imposibilitar que haya acuerdos políticos en la legislatura. Por eso todos lo interpretamos, a pesar de que el señor Mas haya intentado después convencernos de lo contrario, como que se estaba produciendo un extraordinario chantaje político".
La reacción de Maragall, expuso Pique, fue incluios más grave porque "en lugar de decir que el presidente de la Generalidad, por dignidad institucional, no acepta chantajes de nadie, fue inmediatamente retractarse. Los dos dieron un espectáculo muy muy lamentable que de alguna manera refleja lo que ha venido ocurriendo en Cataluña durante estos larguísimos años de poder autonómico por parte de CiU y de grandísimo poder local, y ahora también autonómico, por parte del PSC".
Del oasis catalán al desierto ético
Pique recurrió a lo que se ha venido llamando durante los últimos años "el espacio socioconvergente, el famoso "oasis catalán". "Ahora hemos visto que no era tal y que estamos ante un enorme desierto ético, ante un entramado cruzado de intereses basados en el poder y a partir de ahí lo que tenemos que hacer los demás es denunciarlo".