L D (EFE) El galerista francés Jean Fournets conoció a Juan Antonio Roca en 1991 a través del ex alcalde Jesús Gil y le vendió desde entonces alrededor de una veintena de cuadros. Según explicó el propio anticuario ante agentes de la UDYCO en junio de 2006, durante 15 años mantuvo relaciones comerciales con el presunto cerebro de la trama de corrupción, que, según él, actuaba como "representante" de las empresas Condeor, Lipizzar, Eka 2000 y Maras Asesores.
El galerista aseveró entonces que algunos de sus clientes "más importantes" eran precisamente estas empresas, todas ellas sociedades de Roca. Fournets insistió en que la forma de pago siempre fue a través de talones que le entregaban diferentes administradores de las empresas citadas y que Roca nunca le entregó ninguno.
En su declaración, no recordaba si Roca le llegó a entregar dinero en efectivo, pero que "seguro que los administradores de las sociedades nunca lo han hecho". Asimismo, relató que el ex asesor "nunca le pagó en su nombre, salvo pequeñas facturas de muebles" que le compró directamente, aunque dijo no recordar la forma de pago. El galerista y anticuario reconoció que también había mantenido relaciones comerciales con el empresario Carlos Sánchez, detenido en la segunda fase de la Operación Malaya, y que éste le debía unos 50.000 euros por el pago de "uno o dos cuadros adquiridos hace 15 años".
El galerista aseveró entonces que algunos de sus clientes "más importantes" eran precisamente estas empresas, todas ellas sociedades de Roca. Fournets insistió en que la forma de pago siempre fue a través de talones que le entregaban diferentes administradores de las empresas citadas y que Roca nunca le entregó ninguno.
En su declaración, no recordaba si Roca le llegó a entregar dinero en efectivo, pero que "seguro que los administradores de las sociedades nunca lo han hecho". Asimismo, relató que el ex asesor "nunca le pagó en su nombre, salvo pequeñas facturas de muebles" que le compró directamente, aunque dijo no recordar la forma de pago. El galerista y anticuario reconoció que también había mantenido relaciones comerciales con el empresario Carlos Sánchez, detenido en la segunda fase de la Operación Malaya, y que éste le debía unos 50.000 euros por el pago de "uno o dos cuadros adquiridos hace 15 años".
Del mismo modo, la Policía detuvo en la tarde del miércoles en Málaga al corredor de arte Beto Pedronzo por un presunto delito de blanqueo de dinero en el marco de la misma operación Malaya.
La huelga de Julián
Los servicios médicos de la prisión realizan un seguimiento diario a Julián Muñoz, similar al que se lleva en estos casos cuando cualquier interno decide iniciar una huelga de hambre. De mantener la huelga de hambre, Julián Muñoz sería trasladado en breve al módulo de enfermería de la prisión para tener un mayor control médico sobre su estado y como paso previo a su hospitalización si llegara a ser necesaria.