Osan explicó que la caravana estaba en ruta con camiones y dos jeepuno delante y otro detrás. En el último vehículo, en el que viajaban los tres cooperantes españoles Albert Vilalta, Roque Pascual y Alicia Gámez. "De repente se escuchó por la emisora del vehículo "para, parad, nos están disparando y se cortó la comunicación. Otro vehículo volvió para atrás y se encontró el coche vacío". Dentro se encontraron los enseres personales de los cooperantes e incluso dinero. "Se llevaron a las personas sin más, y esto da mala espina. También dejaron el coche, que para aquellas latitudes era un buen coche".
El director de Acción Solidaria Barcelona dijo que los ánimos "no están muy bien porque no pintan las cosas como debería, pero lo que estamos esperando acontecimientos y muy preocupados por nuestros compañeros". La ONG esperaba que se tratara de un secuestro de tipo económico perpetrado por bandidos y que simplemente se pidiera un rescate, "pero si hay un factor políticos islámico se complica y se escapa de nuestras manos. La solución es imprevisible, no sabemos qué final puede tener esto".
Francesc Osán calificó de "prematuro" y "alarmista" que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, apuntara como autores del secuestro a una célula de Al Qaeda porque "intranquiliza a las familias y a los compañeros que están en Mauritania", sobre todo si no tienen "la certeza absoluta" de ello.
Desde el domingo por la noche, la ONG no ha tenido ningún contacto con las autoridades. "Tenemos la misma información que vosotros, nadie se puesto hoy en contacto con nosotros".
Desmintió Francesc Osan las versiones que dicen que se trató de unos encapuchados porque nadie pudo ver nada al ser de noche, en total oscuridad y sin iluminación. "Lo único que se sabe es la última comunicación que se tuvo por radio antes de que se cortara y que se han encontrado casquillos de bala, probablemente de Kalashnikov".
Osan, portavoz de las familias de los secuestrados, explicó que no quieren hacer declaraciones por el momento dramático que están viviendo. Los cooperantes eran expertos veteranos en zonas difíciles "que conoce bien de que tratan. No eran novatos", dijo Osan, que pidió al Gobierno que no baje la guardia y presiones a las autoridades mauritanas. "Que no se nos olvide".
Previamente, "En casa de Herrero" pudo ponerse en comunicación con grandes dificultades técnicas con el presidente de la ONG, Josep Carbonell, que se encuentra en Mauritania. Carbonell dijo que los compañeros de los secuestrados, que están en un hotel de Nuakchot, capital de Mauritania, están muy nerviosos. Afirmó que están siendo muy bien atendidos por el consulado y por la policía mauritana aunque no saben nada ni tienen ningún indicio "de quién ni de cómo". "Hemos oído rumores pero no nos han dicho nada al respecto. Esta zona es muy segura y esto no es normal ni típico". Esta tarde se entrevistarán con el embajador.