(Libertad Digital) La directora del centro concertado Severo Ochoa de Ceuta, María del Mar Sánchez, tiene que hacer frente ahora a una oleada de reivindicaciones del resto de los alumnos que quieren lucir también símbolos religiosos, adornos y complementos que antes estaban prohibidos por el Consejo Escolar del colegio.
Antes de la intervención del ministerio de Educación que por otro lado descarta una pronunciarse por ley sobre el hecho, el centro había aprobado por unanimidad en su Consejo Escolar un reglamento interno que prohibía la entrada a los alumnos "con piercings, pendientes demasiado grandes, gorras, pañuelos, viseras, diademas anchas o cualquier complemento que no responda al uniforme estipulado", entre ellas el "hiyab" (el velo o pañuelo que cubre la cabeza de las musulmanas).
"Vaya al Ministerio y ponga una reclamación"
Algunas madres de las niñas musulmanas se quejan, según La Razón, de por qué se compara la "hiyab" con diademas o con los piercings o pendientes grandes, pero no interpusieron ninguna queja a la dirección sobre la normativa del centro sino que decidieron acudir directamente a la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta que inmediatamente puso el caso en manos de la Delegación del Gobierno de la ciudad y éste "recomendó" la readmisión de las niñas que se negaban a entrar en el centro sin el velo.
Por eso ahora la respuesta de la directora, a los padres de los alumnos que reivindican que sus hijos puedan llevar piercings en el colegio, es: "Haga lo mismo que los padres de las niñas; vaya al Ministerio de Educación y ponga una reclamación".
"Se debe defender el uso del velo en las clases", según la Ucid
Las dos niñas, de 12 y 13 años, pudieron regresar a las aulas el pasado martes después de que la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) interviniera para hacer entender al colegio que en este tema debía prevalecer el derecho de las niñas a la educación, según se recoge en el artículo 27 de la Constitución Española.
Las dos menores volvieron al colegio bajo una enorme expectación de medios informativos y se dio por zanjada una polémica en la que el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas (Ucid), Laarbi Maateis, dijo, según Efe, que "se debe defender el uso del velo en las clases no sólo por una garantía democrática, sino porque es un principio de la cultura y de la religión islámica".
El último pronunciamiento se produjo este viernes cuando la Comunidad Islámica de Ceuta manifestó que el velo es una prenda de "símbolo de fe", por lo que pidió la intervención de la Fiscalía de Menores.
Este sábado, los más de 30.000 musulmanes que profesan el Islam en Ceuta celebran con rezos en las cerca de 30 mezquitas el final del mes de ayuno del Ramadán, que les ha llevado a no ingerir alimentos desde la salida hasta la puesta del sol.
Las dos menores volvieron al colegio bajo una enorme expectación de medios informativos y se dio por zanjada una polémica en la que el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas (Ucid), Laarbi Maateis, dijo, según Efe, que "se debe defender el uso del velo en las clases no sólo por una garantía democrática, sino porque es un principio de la cultura y de la religión islámica".
El último pronunciamiento se produjo este viernes cuando la Comunidad Islámica de Ceuta manifestó que el velo es una prenda de "símbolo de fe", por lo que pidió la intervención de la Fiscalía de Menores.
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Los profesores conocen bien que las estrictas normas de alimentación durante el precepto del Ramadán conllevan dolores de cabeza y otras indisposiciones, además de afectar al rendimiento escolar de los niños musulmanes durante el mes que dura esta práctica religiosa.