En Noruega, la mayoría de las empresas entregan a los empleados una tarjeta electrónica para controlar los descansos que hacen para ir al baño y han instalado cámaras de vigilancia en las entradas. Otras obligan a sus empleados a firmar en el "libro de oro del baño". Estos datos los revela un informe de un sindicato de trabajadores sobre "las reglas tiránicas en el aseo de las empresas noruegas".
El estudio afirma que las empresas están cada vez más obsesionadas con la pérdida de productividad debido a que los empleados pasan demasiado tiempo respondiendo a la llamada de la naturaleza.
Pero un empresario ha llegado más lejos y ha ordenado a sus trabajadores que se pongan una pulsera roja cuando tengan la regla para justificar por qué van más veces al aseo. La iniciativa ha levantado una enorme polémica por considerarlo una violación en la vida privada de las mujeres y un insulto a las trabajadoras. "Las mujeres con razón, se sienten humilladas por ser etiquetados de esta manera, para que todos sus colegas estén al tanto de este detalle íntimo de su vida privada", dice el informe.