L D (EFE) Eran aproximadamente las 02.30 horas de este miércoles cuando grupos de entre el millar de jóvenes congregados entre las calles de San Andrés y La Palma, comenzaron a insultar y a arrojar botellas policías municipales que les impedían el paso a la Plaza del 2 de Mayo donde intentaba celebrar las fiestas con un "botellón".
Instantes después, los agentes municipales respondieron a la provocación con una carga, a la que se sumaron numerosas unidades antidisturbios. "Esos jóvenes no nos representan" decía un chico a varios agentes que custodiaban la Plaza del 2 de Mayo y eran testigos, al igual que transeúntes y vecinos asomados a ventanas y balcones, de carreras, gritos, disparos de pelotas de goma y gases lacrimógenos, cristales rotos contra el pavimento y sirenas de los furgones y coches policiales.
Instantes después, los agentes municipales respondieron a la provocación con una carga, a la que se sumaron numerosas unidades antidisturbios. "Esos jóvenes no nos representan" decía un chico a varios agentes que custodiaban la Plaza del 2 de Mayo y eran testigos, al igual que transeúntes y vecinos asomados a ventanas y balcones, de carreras, gritos, disparos de pelotas de goma y gases lacrimógenos, cristales rotos contra el pavimento y sirenas de los furgones y coches policiales.
"Algunos punkies se están pasando"
Durante más de dos horas las situación caótica parecía ir "in crescendo": Numerosas papeleras fueron arrancadas y quemadas, contenedores de obra incendiados y usados domo barricadas, cabinas de teléfono derribadas, y, ladrillos y adoquines de las obras adyacentes arrojados sobre los policías.
Durante más de dos horas las situación caótica parecía ir "in crescendo": Numerosas papeleras fueron arrancadas y quemadas, contenedores de obra incendiados y usados domo barricadas, cabinas de teléfono derribadas, y, ladrillos y adoquines de las obras adyacentes arrojados sobre los policías.
"Reconozco que algunos punkies se están pasando, pero la Policía no debería haber prohibido la celebración de la fiesta en la plaza", dijo una joven, mientras se apartaba del centro de la calle San Andrés por la que algunos antidisturbios se empleaban sin preguntar.
Ocho jóvenes siguen detenidos. Ninguno de ellos llevaba consigo el DNI por lo que, de momento, y hasta su plena identificación, se desconoce si alguno de ellos es menor de edad.
45 heridos
El balance provisional de heridos en los disturbios de esta madrugada en el madrileño barrio de Malasaña entre agentes de las policías Nacional y Municipal y grupos de jóvenes se ha situado en 45, según informaron fuentes de Emergencias Madrid. De éstas, 15 han debido ser trasladadas a los hospitales Clínico, Fundación Jiménez Díaz o Gregorio Marañón por contusiones leves.
De todos los heridos, el único que se encuentra en estado grave es un agente que sufre fractura de cúbito y radio. Además, varias dotaciones de Bomberos tuvieron que intervenir hasta en nueve ocasiones para apagar pequeños incendios en contenedores de basura y en barricadas callejeras levantadas con maderos.
Según Emergencias Madrid, pese a que aún no se ha elaborado el balance de daños materiales, éstos podrían ser cuantiosos, especialmente en la plaza de San ildefonso, arrasada por los disturbios.
"Prudencia y tranquilidad"
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, calificó de "muy lamentables" los disturbios e hizo un llamamiento a "la prudencia y la tranquilidad": "Me gustaría hacer un llamamiento a la no utilización de la violencia y la quema de contenedores ni ese tipo de cosas que creíamos que en Madrid habíamos ya erradicado".
Asimismo, la presidenta autonómica llamó la atención sobre la dimensión de los incidentes ocurridos en Malasaña en los últimos días, que se han saldado "en un caso con 20 heridos y en otro caso parece ser que 40, figurando entre ellos además "algunos policías".
Por el alcohol
La delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre, atribuyó los disturbios al consumo de alcohol, y señaló que las Policías Nacional y Municipal "han trabajado juntas" para afrontar los incidentes.
Mestre aseguró que el exceso de alcohol "lleva a la reyerta, a romper mobiliario urbano y, por tanto, a la intervención de la policía". "Son hechos que suceden en cualquier ciudad, pero en Madrid por suerte no demasiado frecuentemente", indicó. De igual forma, aprovechó la ocasión para "trasladar tranquilidad, Madrid es una ciudad segura porque trabajamos para ello y alegre porque está de fiesta".