hace un tiempo alguien preguntaba por qué no había sacerdotes entre las víctimas de ETA.
Espero que este obispo no sea la víctima propiciatoria elegida para purgar ese pecado.
A buen entendedor...
LA CRUZ DEL OBISPO MUNILLA
Munilla es el nuevo obispo de San Sebastián. Los valientes abertzales saludaron su nombramiento con un alud de cariñosas pedradas dialécticas. Católicos o no. Cristianos o tampoco. Da igual. Un hombre solo. Todos los abertzales que se dicen cristianos contra el pastor de almas. Sectarios de partido y falsarios de religión. A por él.
La política no entiende de espíritu. Los políticos se cuecen en la sopa boba de los cargos públicos. La llegada de un extraño causa revuelo entre las avispas. Los aguijones prestos para clavarse, sin misericordia, en el forastero.- Oiga, que Munilla es donostiarra hasta la médula, que habla euskera, que es más vasco que la Real Sociedad. -Todo eso es cierto, pero no es nacionalista vasco. Lo que determina la calidad de un ser humano en Vascongadas es ser nacionalista y antiespañol. Lo demás son circunstancias, accidentes geográficos.
Los abertzales del PNV y otras sectas políticas quieren un obispo a medida de su avispero. El obispo debe convertirse en peón del nacionalismo fundamentalista y en vehículo de esta doctrina. El mensaje evangélico es una tapadera. Cristianos peneuvistas y ateos batasunos. Da igual. Todos, izquierda y derecha, contra el español Munilla. Cristianismo.
Munilla es, por fin, obispo. Obispo de la iglesia cristiana y católica. Prelado, con mitra y báculo, de los easonenses. Pastor de la asamblea de fieles de aquella comunidad norteña. Obispo en un avispero de odios. Obispo al fin.
Munilla, "pobre y humilde" como el Jesús al que siguen. Munilla pide amor en medio de tanto odio. ¿Qué rencor tan profundo se está apoderando de la cristiana gente vasca para atizar este fuego tan impropio contra su pastor? ¿Hasta dónde se va a cegar el pueblo de Euskadi? Munilla. Siga su camino, Munilla. Son los intransigentes los que no encuentran el suyo.
Un saludo.
He seguido la toma de posesión de Monseñor Munilla como Obispo de San Sebastián, y ha sido emocionante. Una gran ceremonia, un poco larga, pero es lo que tocaba y ha valido la pena. Este hombre de Dios me ha impresionado por su sabiduría, sencillez, y bondad. Es día de felicitar a la Iglesia vasca por este nombramiento, que no me cabe duda que dará un cambio necesario para bien de todo el país vasco, incluidos los que no lo aceptan. Un verdadero “PASTOR”, cuya trayectoria es digna de tener en cuenta, por su generosidad con los necesitados, sus logros y su bien hacer, pero en especial por esa valentía serena muy necesaria en la Iglesia Católica. Después de muchos años, he podido comunicarme con una compañera y amiga de profesión, que tuvo que salir con su esposo y cinco hijos de vascongadas. Una familia exiliada como tantos vascos decentes., que las pasaron muy mal y con grandes privaciones. Pero como buenos vascos, sus hijos han sido educados y preparados para triunfar en la vida, y me ha complacido saberlo con detalle. Ha sido una coincidencia nuestro encuentro telefónico que ha durado dos horas. Como buena creyente, y mejor persona que es, así como una profesional como la copa de un pino, al felicitarla, por los acontecimientos acaecidos, se ha emocionado. Tiene que haber un milagro, ha dicho, y creo que ha llegado. Yo comparto esta impresión con mi querida amiga, ya viuda, pero que como siempre su sonrisa y su coraje, hacen de ella una mujer especial. Quiero manifestar mi gozo por todos los vascos perseguidos, y represaliados compartiendo su alegría. Larga vida al nuevo Obispo y acierto en su cometido, que no dudo que así será porque es un hombre de Dios.
Como diría el anterior Papa SS. Juan Pablo II "NO TENGÁIS MIEDO" y el nuevo obispo de San Sebastián Monseñor Munilla da toda la impresión de no tener ni gota de miedo y hablar claro, solo hay que escucharlo dando sus catequesis en Radio María (una bendición y un placer inenarrable escuchar sus palabras, auténtico bálsamo para el alma), además de ello cuando uno oye las palabras de Monseñor Munilla viene a la memoria el título del libro de San Josemaría Escrivá (hoy día 9 de enero es el 108 aniversario de su nacimiento) "ES CRISTO QUE PASA". Afortunada Diócesis la de San Sebastián con el nuevo nombramiento porque creo que Cristo va a estar pasando todo el tiempo que dure el episcopado de Monseñor Munilla por allí. Falta hacía que un hombre de Dios llegase a ese "erial" que en otro tiempo fuera tierra tan fértil.
Mucha suerte en esta dura batalla.Quizás el nuevo obispo debería empezar enviando a algún lugar remoto de retiro espiritual a todos esos curas que tanto daño están haciendo a la Iglesia, y sustituirlos por otros que de verdad se dediquen a evangelizar y conseguir que las iglesias vascas se vuelvan a llenar de feligreses.
Arzalluz, el maligno, debe estar retorciéndose y expeliendo gases por todos los poros de su piel. Me alegro. Que alguien le acerque un mechero.
Cansado de escuchar a obispos y curas "progres", realmente me ha emocionado escuchar a Monseñor Munilla hablar de Dios en una ceremonia que "hace salir el sol, igualmente para justos y pecadores". No sólo para los pecadores.
Siguiendo el lenguaje del reciente Obispo de San Sebastian, siento profundo dolor contemplando una Iglesia española profundamente dividida como así lo demuestran las firmas de los mas de 100 supuestos "pastores" que pregonan a los cuatro vientos su rechazo a quienes no comulgan con los nacionalismos o el rechazo a la condena hecha por la Iglesia Catolica a la nueva Ley del Aborto, carta que ha sido presentada esta pasada semana por 175 curas autodenominados "progresistas" de Madrid bajo la frivola excusa de que existan dudas en cuándo realmente comienza la vida humana. Si realmente existieran esas dudas, el deber de un catolico seguiria siendo abtenerse de interrumpir esa vida aunque solo fuera por ese "por si acaso", conclusion a la que no es dificil llegar en un razonamiento minimamente logico.
No cabe duda que no son conscientes del daño y confusion que producen entre los catolicos y que es la principal causa de la espantada que dejan vacias nuestras parroquias.
Obispos,congregaciones, curas, teologos, colegios religiosos y asociaciones catolicas, todos se consideran autorizados a formar su propia "capilla" de fieles en contra de las lineas marcadas por Roma o sus propios Obispos.
Hartos estamos los fieles de escuchar a éstos que sistematicamente se posicionan y cuestionan la mayor y la menor de las declaraciones de quienes tienen la responsabilidad directa de dirigir las enseñanzas de la Iglesia Catolica y dirigir a los catolicos de a pié. Yo invito a todos ellos a formar sus propias iglesias y dejarsese de mediocridades en una Iglesia con la que ni "comulgan", ni creen.
Ese 80% de los curas vascos que apoyan el nazionalismo y lo que es peor a los etarras no deberían de ser sacerdotes , a veces cosas como estas son las que a muchos fieles les hace dudar sobre la iglesia.
bienvenido sea un obispo que no es bienvenido por los nazi_onalistas. Buena señal. Sr. Obispo,también Jesús fue perseguido y menospreciado... Bienvenido.
Desde Vitoria.
Corre el rumor de que los asesinos con sotana de las Vascongadas han acabado con las existencias de tila. Lástima que no la acompañaran con cianuro.