Creo que el suceso vuelve a poner sobre el tapete -una vez más-, un asunto que tarde o temprano tendrá que ser abordado. Me refiero al derecho que tiene cada cual a suicidarse como mejor le parezca, así como el derecho que tienen los demás a no costear las resultas de tales prácticas.
¿Y en una clínica veterinaria? Un caballo o un toro suele pesar más. Luego llaman a los médicos y que la atiendan allí.
Pues se echan dos colchones al suelo, y allí puede ser atendida la pobre mujer..., que tampoco creo que sea necesaria una cama especial para una urgencia... ¡Qué pobre! Tal vez habría fallecido también, pero doce horas por ahí dando vueltas, cuando se está muy enfermo, pues en fin..., alguien debe ser responsable, si en el primer hospital no pueden atenderla, deben decirle dónde sí pueden.
El problema es que, realmente, no hay mobiliario ni instrumental normalmente para ese peso. Es terrible, pero ocurre.
En mi opinión la lucha contra la obesidad tendría que hacerse de manera más seria que lo que se hace.
Y yo me pregunto ¿esta mujer nació pesando los 300 kgs. o fué adquiriéndolos poco a poco? O ¿es que no se daba cuenta de que iba engordando día tras día? ¿Existen camilllas, mesas de operaciones, sillas de ruedas, etc., capaces de aguantar semejante peso? ¿ Ningún familiar o amigo le advirtió del peligro que suponía ir llegando a esa situación?
Lamento tener que decirlo: no me inspira ninguna pena...
Empiezan a no admitirte por gordo. Dentro de poco por feo o por opositor al régimen...
aparte de los problemas que puedan tener los hospitales para atender esos casos, hay que tener en cuenta otro problema, y es que hay que tener suerte con los medicos, como dice mi medica.
y por lo visto pasa en españa y pobre señora, tambien fuera.