Los agentes recibieron un aviso a las 19.00 horas del pasado sábado, en el que el jefe del fallecido indicó que, extrañado porque su trabajador no contestaba al teléfono, se acercó a la vivienda y le pareció ver su cadáver por una ventana.
Una patrulla de la Guardia Civil se acercó hasta la vivienda, ubicada en la calle Maestrat de Traiguera, y encontró los cuerpos sin vida del matrimonio, el de el hombre, C.F.H.T., de 26 años, recostado en el sofá del comedor y con la televisión encendida, y el de la mujer, M.G.H.E., en una habitación.
Los agentes observaron un "fuerte y claro" olor a gas en la vivienda, lo que hace sospechar, a falta de la confirmación tras la autopsia de los cadáveres, que fallecieron a causa de la inahalación de gas durante un determinado tiempo debido a la acumulación de éste por una la mala combustión de una estufa catalítica que se encontraba en el lugar.
Las muertes pudieron producirse durante la Noche Vieja, ya que algunos vecinos les vieron esa noche por última vez, y así también lo confirmó el médico forense, según las mismas fuentes.