(Libertad Digital) En la instrucción judicial del caso de las clínicas abortivas dirigidas por el doctor Carlos Morín aparece que el dueño de estos centros es portavoz del virus del sida. Algunos ex empleados denunciaron este hecho por lo que la juez instructora del caso, Elisabeth Castelló, pidió varios informes para confirmar o desmentir esta circunstancia.
En una de las denuncias, presente en el sumario judicial de más de 4.000 folios, se asegura que "en el quirófano, el doctor Morín, para realizar las intervenciones endoscópicas utiliza el laparoscopio, y para las interrupciones del embarazo en casos muy avanzados realiza cesáreas, que para ello utiliza bisturí además de extraer con sus propias manos el feto".
En este sentido, tras la petición de la juez, el hospital que trata a Morín respondió que al director de la clínica abortista se le detectaron anticuerpos en 1998 y que desde esa fecha es atendido "en el servicio de enfermedades infecciosas". Aunque los doctores que le atienden recalcaron que "consta que la enfermedad se notificó en su momento al Departamento de Salud, siguiendo las normas establecidas".
Además, según informó el diario de Vocento, la juez Castelló preguntó a la Consejería de Salud de la Generalidad de Cataluña si Morín podría haber contagiado a algún paciente a lo que contestaron que "con los datos que se recogen en la notificación de los casos, no es posible conocer el contagio de una persona u otra". Por ello, hay qué investigar si el médico abortista "usó de forma rutinaria las medidas de protección adecuadas para prevenir el contacto de piel y mucosas con sangre y líquidos corporales de cualquier paciente".