L D (EFE) Los últimos sucesos en el servicios de Cercanías de Renfe en Barcelona, que han llevado a cortar tres líneas ferroviarias, han centrado la sesión de control del Parlamento catalán, en la que Mas ha apelado a las "convicciones democráticas" de Montilla para exigir por "dignidad nacional catalana" que reclame el cese de Álvarez, lo que también han vuelto a pedir ERC e ICV-EUiA, formaciones que gobiernan la Generalidad junto al PSC.
Montilla ha asegurado que ha hablado personalmente sobre Renfe con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y ha retado a Mas a pedir un pleno específico para debatir estos temas, lo que CiU ha aceptado inmediatamente al no tomar la iniciativa el propio presidente de la Generalidad.
La casi unánime petición de que Álvarez deje el cargo ha llevado al líder del PPC, Daniel Sirera, a dar la "bienvenida a la oposición" al diputado de ICV-EUiA Salvador Milà, quien ha hecho una dura intervención ante Montilla al reclamarle que pida el cese de la ministra por la "semana trágica" que Cataluña sufre por unas Cercanías que son "un desastre sin paliativos, que sólo se explica por la falta de rigor técnico y político" en las obras de AVE.
Emulando a los jugadores de frontón, Montilla ha tenido una y otra vez que responder a las mismas preguntas, de la oposición y de sus socios de gobierno, y ha expuesto de forma reiterada sus tesis.
En primer lugar, el presidente catalán ha recordado que las obras del Ave y las Cercanías son competencias exclusivas del Gobierno central y que, pese a ello, la Generalidad trabaja en todo momento para "minimizar" los efectos del deficiente servicio de Cercanías, que afecta estos días a unos 160.000 viajeros.
Para Montilla, lo primero es garantizar la seguridad de los viajeros y de los trabajadores de las obras ferroviarias e, inmediatamente después, el restablecimiento del normal funcionamiento de Cercanías, "sin menospreciar" el interés por que la llegada del Ave a Barcelona se haga lo antes posible.
En este sentido, Montilla ha informado de que habló con Rodríguez Zapatero porque: "yo no necesito micrófonos para que mi voz llegue lejos y de forma clara y fuerte, y le llegue a quien tiene que llegarle".
Montilla transmitió en esta conversación a Zapatero: "la fecha que me preocupa no es necesariamente la del 21 de diciembre", la que puso el jefe del Ejecutivo central para la llegada del AVE, sino los días que quedan para restablecer el servicio de Cercanías.
El jefe de la oposición, Artur Mas, ha reprochado a Montilla que califique de "incidente" lo sucedido en Renfe, cuando es "una emergencia y una catástrofe de dimensiones muy importantes, y esto no se puede esconder por partidismo", apuntó.
Montilla ha aclarado que hablaba de incidente porque no se han producido ni heridos ni fallecidos en el agujero que ha aparecido en la vía férrea, y ha expresado su plena preocupación porque todo esto afecta a miles de ciudadanos diariamente.
Mas ha intentado acorralar a Montilla para que pida el cese de Álvarez y ha enfatizado: "yo apelo a sus convicciones democráticas, porque una mayoría amplísima de este Parlament (CiU, ERC, ICV-EUiA, PPC y C's) se lo pide, por dignidad nacional catalana".
Mas y Montilla se han retado a hablar de una cuestión que, seguramente, no será al fin un pleno monográfico, sino una comparecencia específica en un pleno.