L D (EFE) El ex coordinador de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés Luis Montes, ha vuelto a revindicar la despenalización de la eutanasia. "El único paso cualitativo que tenemos que dar ahora", según Montes, "es el de la despenalización de la eutanasia activa, porque, si el paciente es autónomo y tiene una enfermedad terminal, tiene opciones a negarse a un tratamiento activo para evitar que se prolongue el sufrimiento de forma innecesaria y está ejerciendo su derecho a la autonomía".
"Actualmente tienes un grado de autonomía determinado: eres autónomo hasta aquí", pero "a partir de la eutanasia activa, estás tutelado" y "eso es una contradicción", por ello "tenemos que ir a que se despenalice la eutanasia", opinó.
Aprovechando la presentación de su libro, escrito con la colaboración del periodista de El País, Oriol Güell, Montes dijo que "al mes de surgir el conflicto del hospital" y comenzar la "campaña de persecución" contra él, orquestada por la Consejería de Sanidad, se hicieron las concesiones de los nuevos hospitales madrileños, por lo que según él hay un motivo "económico" en su caso.
Además de motivos de oportunidad política - el PSOE acababa de ganar las elecciones generales- e ideológica - se había abierto el debate sobre la eutanasia activa-, Montes afirma que la relación entre la campaña de la "Brunete mediática" contra él y su gestión en el hospital Severo Ochoa tuvo este motivo económico.
A su juicio, el "ataque" de la consejería, liderada entonces por Manuel Lamela, fue contra todo el centro sanitario porque "plantear 400 homicidios en un servicio en el que trabajan más de 200 trabajadores es un insulto, a un servicio tan sensible y orgánico, que es puerta de entrada del 80 por ciento de los pacientes del hospital".
"Se ha tratado indignamente al hospital", dijo Montes y recordó que "fui el primer médico que llegó al hospital, abrí el hospital en mayo del 87, pero yo llevaba allí desde noviembre del 86;". "Yo soy un hombre muy querido en el hospital", entonces y ahora, "quizá lo haya pasado mal y haya sufrido horriblemente en el hospital y no sale en el libro, pero lo que intentaron siempre desde la consejería fue sacarme; me ofrecieron incluso un despacho, porque lo más importante par ellos era que yo no siguiera".