Menú

Miles de fieles vuelven a congregarse en la Plaza de San Pedro para rezar por el Papa

Más de cien mil fieles se congregaron este domingo en la Plaza de San Pedro para manifestar su dolor y rendir homenaje aI Papa. En la multitudinaria misa oficiada por Angelo Sodano, el cardenal se referió al Santo Padre como "Juan Pablo II el Grande". El Obispo de Roma había preparado un texto para la misa de la Divina Misericordia, referido al papel del amor como elemento que "convierte los corazones y dona la paz". El arzobispo argentino Leonardo Sandri se encargó de leerlo.

Más de cien mil fieles se congregaron este domingo en la Plaza de San Pedro para manifestar su dolor y rendir homenaje aI Papa. En la multitudinaria misa oficiada por Angelo Sodano, el cardenal se referió al Santo Padre como "Juan Pablo II el Grande". El Obispo de Roma había preparado un texto para la misa de la Divina Misericordia, referido al papel del amor como elemento que "convierte los corazones y dona la paz". El arzobispo argentino Leonardo Sandri se encargó de leerlo.

L D (Agencias) La misa en memoria del Papa Juan Pablo II, primer acto solemne dentro de los llamado "novendiali", los nueve días de celebraciones religiosas en memoria de Juan Pablo II, comenzó a las 10:30 horas de la mañana de este domingo. Estuvo oficiada por el hasta ahora secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano, que llamó al fallecido Pontífice "Juan Pablo II El Grande". Los fieles, cada vez que se nombraba a Karol Wojtyla rompían a aplaudir. Lo mismo hcieron cuando finalizó el cántico del Regina Coelis, que se reza en periodo de Pacua en lugar del Ángelus.

26 años de "Juan Pablo II el Grande"

Durante la ceremonia, Sodano, que ya no es Secretario de Estado, resaltó los 26 años de pontificado de Juan Pablo II y dijo que el Pontífice es el canto de la civilización del amor. También manifestó que el fallecido Obispo de Roma enseñó durante esos 26 años que la muerte es el pase hacia la patria del cielo y que mientras se llora la partida de Juan Pablo II hay que abrir el corazón hacia la visión de nuestro eterno destino.

El cardenal recordó que este segundo domingo de Pascua la Iglesia celebra la Divina Misericordia, instituida por Juan Pablo II para honrar el culto impulsado por la santa polaca Faustina Kowalska, de la que el Pontífice se considera un discípulo.

Para la ceremonia se instalaron varias pantallas gigantes en la plaza con el objetivo de que las más de 100.000 personas allí congregadas pudieran seguirla sin problemas. Las banderas de todos los países se podían ver en la Plaza de San Pedro, entre ellas algunas banderas españolas sostenidas por un grupos de fieles.
 
Las calles que llegan a la Plaza fueron cortadas al tráfico para facilitar la afluencia de fieles. También se reforzaron los medios de transporte que llegan a la zona y se pusieron a disposición autobuses especiales para las personas con dificultades de movilidad.
 
Más de cien mil fieles en la Plaza de San Pedro
 
En la misa de este domingo estuvieron presentes italianos y peregrinos de todo el mundo, que siguen llegando incesantemente a Roma y que lo harán también en los próximos días para despedir al Santo Padre. A la ceremonia asistió el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, y otros miembros del gabinete y de la oposición.
 
El fallecimiento de Juan Pablo II se produjo un día antes de la celebración de una de las liturgias más queridas por él, el Domingo de la Divina Misericordia, una fiesta instituida hace cinco años por el Papa para conmemorar la intuición de la hermana Faustina Kowalska, una mística que fue canonizada en 2000 gracias a la insistencia de Juan Pablo II.

Constante afluencia de files a la Plaza de San Pedro

Más de 100.000 personas llegaron a concentrarse en torno a la medianoche en la Plaza de San Pedro tras conocerse la noticia de la muerte del anciano Pontífice, de 84 años y quien falleció a las 21.37 hora local del sábado. Los rezos, las velas y esporádicos aplausos generales de los presentes, dirigidos a la figura del Papa, fueron la nota dominante en esa improvisada concentración en las primeras horas de este 3 de abril.

Con el pasar de las horas el recinto se fue despoblando, aunque algunos centenares de personas, en su mayoría jóvenes, permanecieron en vigilia toda la noche. El amanecer empezó a iluminar la plaza y con él miles de personas empezaron a acudir en silencio y sin convocatoria alguna, para dirigir sus miradas al tercer piso del Palacio Apostólico, donde estaban las dependencias privadas del Pontífice.

Temas

En Sociedad

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura