L D (EFE) Del Corral fue propuesta por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, en una reunión extraordinaria celebrada por el Patronato, y su nombramiento se hará efectivo mañana en el Consejo de Ministros.
Con el nombramiento de Milagros del Corral, la Biblioteca Nacional volverá a tener al frente a una técnica después de diez años en los que la institución estuvo regida por escritores. Desde que en 1996 el poeta Luis Alberto de Cuenca relevó al traductor, ensayista y poeta Carlos Ortega Bayón como director de este organismo, que conserva en su interior más de seis millones de libros, tres literatos más pasaron por su despacho.
El ensayista y escritor vasco Joan Juaristi, ex director del Instituto Cervantes y autor de "El bucle melancólico", rigió los destinos de la Biblioteca entre 2000 y 2001, seguido por otro escritor, Luis Racionero, que se mantuvo en el cargo hasta 2004, cuando fue relevado por la hasta ahora directora, la editora y novelista catalana Rosa Regás.
En toda su historia, hasta cuarenta directores se sucedieron en esta institución, cuyos orígenes se remontan a 1711, cuando el padre jesuita Robinet, confesor del Rey Felipe V, propuso crear una biblioteca pública en palacio.
Entonces se estableció que el director fuera el confesor del rey, quien delegaba sus trabajos en el bibliotecario mayor, una fórmula que se mantuvo durante 50 años. En 1836, la biblioteca dejó de pertenecer a la Corona y adoptó su denominación actual.
Hoy la Biblioteca Nacional es un organismo autónomo regido por un Real Patronato, integrado por 15 vocales natos y 29 designados. Sus directores son elegidos cada cuatro años.
El edificio, situado en el paseo de Recoletos de Madrid, fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1983 y en su interior se extienden 300 kilómetros de estanterías y anaqueles.
Hipólito Escolar, Juan Pablo Fusi, Alicia Girón y Carmen Lacambra, que dimitió ante la ministra Carmen Alborch, fueron sus directores entre 1975 y 1996.
Milagros del Corral es una experta internacional en asuntos del libro y las industrias culturales, que fue subdirectora adjunta de Cultura en la UNESCO, donde se jubiló en 2005, y pertenece al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos del Estado.
Con el nombramiento de Milagros del Corral, la Biblioteca Nacional volverá a tener al frente a una técnica después de diez años en los que la institución estuvo regida por escritores. Desde que en 1996 el poeta Luis Alberto de Cuenca relevó al traductor, ensayista y poeta Carlos Ortega Bayón como director de este organismo, que conserva en su interior más de seis millones de libros, tres literatos más pasaron por su despacho.
El ensayista y escritor vasco Joan Juaristi, ex director del Instituto Cervantes y autor de "El bucle melancólico", rigió los destinos de la Biblioteca entre 2000 y 2001, seguido por otro escritor, Luis Racionero, que se mantuvo en el cargo hasta 2004, cuando fue relevado por la hasta ahora directora, la editora y novelista catalana Rosa Regás.
En toda su historia, hasta cuarenta directores se sucedieron en esta institución, cuyos orígenes se remontan a 1711, cuando el padre jesuita Robinet, confesor del Rey Felipe V, propuso crear una biblioteca pública en palacio.
Entonces se estableció que el director fuera el confesor del rey, quien delegaba sus trabajos en el bibliotecario mayor, una fórmula que se mantuvo durante 50 años. En 1836, la biblioteca dejó de pertenecer a la Corona y adoptó su denominación actual.
Hoy la Biblioteca Nacional es un organismo autónomo regido por un Real Patronato, integrado por 15 vocales natos y 29 designados. Sus directores son elegidos cada cuatro años.
El edificio, situado en el paseo de Recoletos de Madrid, fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1983 y en su interior se extienden 300 kilómetros de estanterías y anaqueles.
Hipólito Escolar, Juan Pablo Fusi, Alicia Girón y Carmen Lacambra, que dimitió ante la ministra Carmen Alborch, fueron sus directores entre 1975 y 1996.
Milagros del Corral es una experta internacional en asuntos del libro y las industrias culturales, que fue subdirectora adjunta de Cultura en la UNESCO, donde se jubiló en 2005, y pertenece al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos del Estado.