Así describe el escuálido Público la huelga: "Bambi y los cerdos: Zapatero y el PP. Zapatero es Bambi –por eso el paro no es contra él, sino contra sus políticas- y los cerdos son los miembros del PP, liderados por Esperanza Aguirre". Más claro, agua. "UGT y CCOO aseveran que no es un movimiento contra Zapatero", insiste para los que no se hayan enterado. Joaquín Sabina se deja algunas perlas. "Para mí, huelga es una palabra sagrada. Y ahora resulta que a esta palabra sagrada le están echando mierda por todos lados con el ataque frontal a los sindicatos. Lo que está haciendo Esperanza Aguirre es un peligro tremendo. Se quieren cargar a los liberados sindicales, demonizan a los piquetes". "Sigo respetando mucho las buenas intenciones de Zapatero...la huelga es la más digna y sagrada expresión de la política....". Ya tenemos otro día universal. El día sagrado de Sabina.
El País también viene delgadito, pero habla de otras cosas además de la huelga. Por ejemplo, de Montserrat Corulla, a la que dedica la foto de la información del caso Malaya. Cede a la tentación de relacionar a la abogada con Gallardón y recuerda el memorable incidente con Miguel Sebastian que hizo las delicias de un aburridito debate. Ni el periódico de cabecera del alcalde se resiste al morbo. No te enfades Gallardón, sé compresivo. ¿Quién iba a soportar el caso Malaya sin este sabroso cotilleo?
El Mundo, también a dieta, dice que los sindicatos "despliegan piquetes para imponer la huelga". Federico Jiménez Losantos define este 29-S como "El día de la matonería". "Hoy, los jenízaros de la silicona, los piquetes de fusilamiento laboral, las hordas organizadas de amigos del Gobierno le recordarán a media España que no vota a la Izquierda que la calle es suya".
De hecho, cuenta el periódico que hay un "servicio de piquetes a domicilio", como lo oyen. Una pandi de 80 "activistas antisistema" ofrece por internet piquetes para que "actúen en los lugares de trabajo de quienes denuncian que en su empresa les prohíben hacer huelga". Que derroche de imaginación, por Dios. ¿Habrá que pagar con tarjeta?
Pedro J. sale en defensa de Montserrat Corulla. "Hay que recordar que ya se anularon las (conversaciones) que tuvo Corulla con Alberto Ruiz Gallardón por carecer de interés jurídico. Pero El Mundo ya alertó en ese momento que en el sumario permanecían conversaciones similares con otros hombres que, por lo que se ve, todavía no se han eliminado. Tiene razón el letrado. Si efectivamente el contenido de esas grabaciones no afecta en nada a los hechos juzgados no tienen por qué estar en el sumario". Menudo aguafiestas este Pedro J. Claro, como ellos ya lo han leído.
La Razón titula: "Un gran día para los dos cómplices del paro" con las fotos de Méndez y Toxo. También da constancia con falsa ingenuidad de que "Méndez y Toxo se lavan las manos ante la violencia". Y además nos informa de las lindezas que dicen los sindicalistas de los que no hacen huelga. "Los esquiroles son ventajistas y parásitos sin criterio". Cree el ladrón...
ABC también abre con las amenazas sindicales. "Os aconsejamos que no pongáis en peligro vuestra integridad física". Qué miedo, madre mía. Es para no salir del centro de trabajo. Y Antonio Burgos no va a la huelga. "Yo creo que esta huelga general no va a llegar ni a comandante", dice el muy chistoso. Cree que "lo más bonito de los derechos constitucionales y de la libertad de no ir a la huelga" son "la silicona y las ruedas pinchadas" porque los piquetes informativos "informan de que como entres a trabajar te pego un palo que te avío". "¿Pero esto que es, una huelga general, o el chotis de Agustín Lara, con tanto Madrid, Madrid, Madrid?".
La Gaceta dice poco porque no ha llegado a la redacción. Pero tras pegarme con los piquetes me he hecho con su portada para poder contar lo que dice Carlos Dávila. "Hoy somos más pequeñitos que nunca. Una huelga inaudita, promovida por sindicatos sin prestigio alguno, nos afecta también a los periódicos, que no vamos a tener una presencia adecuada en los kioscos. De ello, echen la culpa al maestro armero, o sea, a los convocantes".
Carmen Rigalt sí ha podido dar su opinión sobre La Gaceta en El Mundo, afortunados que son algunos. Según ella, ahora el lujo es "algo cotidiano, como unos zapatos o unas gafas de sol". "De vez en cuando el lujo sirve como arma arrojadiza para desprestigiar a gentes de izquierdas. El truco es recurrente. Se le coloca el calificativo de lujosa a cualquier cosa que posean (una vivienda, un coche) y que corra la bola. Unos días antes de la huelga, a Fernández Toxo y a Cándido Méndez quisieron sacarles los colores con veleidades caras". "Quien elevó estas anécdotas a categoría ideológica sufría sin duda una calentura mental". Habla también Rigalt de una vivienda de Chacón en el Caribe, que parece que es un "choza". Y tiene un "pálpito: seguro que el instigador de la malicia anunció pisos en las vallas de los extrarradios durante el tardofranquismo". "Hoy estas cosas no son simples errores. Son mala fe, que es peor". Habrá que esperar a mañana para ver qué dice La Gaceta, porque Toxo y Méndez, esas pobres víctimas de la mala fe, no nos han permitido leerla hoy.