En ese informe, según un comunicado remitido esta tarde a Efe por la compañía, Metro especifica una serie de actuaciones que, a su juicio, "revisten especial gravedad y que han ocasionado múltiples perjuicios" a los ciudadanos.
La dirección del metropolitano madrileño considera que el incumplimiento de los servicios mínimos al que se han visto sometidos los usuarios del metro ha generado graves problemas de movilidad en la ciudad, con todas las consecuencias que de ello se deriva.
Igualmente, se expone el comportamiento de algunos representantes de los trabajadores que, con sus declaraciones, "han incitado y promovido de manera absolutamente pública" el incumplimiento de los citados servicios mínimos, además de proferir "múltiples amenazas para provocar situaciones caóticas e incluso violentas" que al final se han materializado en la paralización absoluta del suburbano madrileño.
El escrito concluye que teniendo en cuenta la "gravedad" de las situaciones descritas y las consecuencias que han tenido para los ciudadanos, se traslada el expediente a la Fiscalía General del Estado por si del mismo se dedujera la comisión de algún delito.