L D (EFE) Según la canciller, Angela Merkel, "la autolimitación sólo es justificable cuando se trata de una decisión responsable dentro de un verdadero diálogo entre las culturas, que sea completamente pacífico".
La decisión de la Deutsche Oper de suspender esta obra, que propone un mundo sin deidades y en la que al final se presentan en escena las cabezas de Poseidón, Jesucristo, Mahoma y Buda, fue acogida con un aluvión de críticas.
La directora general de la ópera, Kirsten Harms, había justificado esta decisión señalando que a mediados de agosto recibió una llamada del ministro de Interior del gobierno regional berlinés, Ekhart Koerting, quien le informó de que se había recibido una llamada anónima alertando del peligro que podía partir de la obra.
Amenazas concretas
Según señaló Harms, Koerting le había dicho que como amante de la ópera que es "no le gustaría pasar un día por delante y ver que ya no existe". El propio Koerting y la policía de Berlín, subrayaron, en cambio, que en ningún momento hubo amenazas concretas y que se había dejado en manos de la Opera cómo reaccionar ante esta información.
Koerting señaló que no se trató de una amenaza concreta sino de la llamada de una mujer que había llamado a la policía diciendo que, en vista de los enfrentamientos surgidos tras la publicación de las caricaturas de Mahoma, creía que la representación de esta obra podía suponer un peligro. La ópera Idomeneo, en la versión de Hans Neuenfels, había sido estrenada en 2003 y debía ser repuesta ahora.
Se trata de una decisión sin precedentes en Alemania que llega en vísperas de la conferencia que el ministro de Interior, Wolfgang Schaeuble, celebrará hoy en Berlín con líderes musulmanes, con la intención de abrir un diálogo entre culturas que favorezca la integración en Alemania.