LD (Efe) El barco noruego Siem Danis parte este miércoles desde la localidad escocesa de Aberdeen hacia la zona del hundimiento del Prestige para iniciar la nueva campaña de inspección del pecio (fragmento de la nave que ha naufragado).
El Gobierno, en lo que parece la enésima campaña por reactivar el caso, ha informado de que está previsto que el barco llegue a la zona el 2 de septiembre y las comprobaciones durarán diez días.
Hace unos meses se detectaron en la zona algunas manchas, pero los expertos aseguraron entonces que no entrañan riesgo para el medio ambiente marino ni para el litoral.
La primera tarea del Siem Danis será realizar las pruebas de adaptación de los dos robots que transporta a la profundidad en la que se encuentra el pecio, a más de 3.500 metros. El próximo martes, previsiblemente, se iniciará la inspección, que tendrá una duración estimada de diez días, dependiendo de las condiciones meteorológicas.
La anterior campaña se realizó en 2004, y aquel año se extrajeron del Prestige cerca de 14.000 toneladas de fuel, aunque quedaron en el pecio unas 1.400 toneladas, repartidas entre proa y popa. Hace varios meses se detectaron en la zona del hundimiento algunas manchas procedentes del pecio, aunque los expertos aseguraron que no entrañan riesgo para el medio ambiente marino ni para el litoral.
El Gobierno, en lo que se entiende como una nueva campaña para reactivar el tema del petrolero que tan buenos réditos políticos propició al PSOE, acordó el pasado viernes destinar siete millones de euros a la labores de inspección del Prestige, hundido a más de 3.500 metros de profundidad, para controlar esas fugas. Las operaciones serán realizadas por medio de un sistema de vehículos submarinos de aguas profundas operados remotamente y la duración de estas labores se prolongará entre una y dos semanas.
Según informó el Ejecutivo, con ese dinero el Instituto Español de Oceanografía, dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, podrá hacer frente a la financiación de las operaciones, que se han encargado a Repsol por su competencia en este tipo de exploraciones profundas.
La anterior campaña se realizó en 2004, y aquel año se extrajeron del Prestige cerca de 14.000 toneladas de fuel, aunque quedaron en el pecio unas 1.400 toneladas, repartidas entre proa y popa. Hace varios meses se detectaron en la zona del hundimiento algunas manchas procedentes del pecio, aunque los expertos aseguraron que no entrañan riesgo para el medio ambiente marino ni para el litoral.
El Gobierno, en lo que se entiende como una nueva campaña para reactivar el tema del petrolero que tan buenos réditos políticos propició al PSOE, acordó el pasado viernes destinar siete millones de euros a la labores de inspección del Prestige, hundido a más de 3.500 metros de profundidad, para controlar esas fugas. Las operaciones serán realizadas por medio de un sistema de vehículos submarinos de aguas profundas operados remotamente y la duración de estas labores se prolongará entre una y dos semanas.
Según informó el Ejecutivo, con ese dinero el Instituto Español de Oceanografía, dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, podrá hacer frente a la financiación de las operaciones, que se han encargado a Repsol por su competencia en este tipo de exploraciones profundas.