El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha señalado que se vería en un "serio aprieto" si tuviera que dar la comunión al presidente del Congreso, José Bono, y ha indicado que se trata de un asunto "complicado".
En declaraciones a Onda Cero, Sánchez se ha pronunciado así al ser preguntado qué haría si el presidente de la Cámara Baja fuera a comulgar en su misa de este domingo.
"Es complicado. Acercarse a comulgar significa que comulgamos con la Eucaristía. Y yo lo escenifico, en primer plano y con fotografía y pie de foto: si yo comulgo con Cristo en valores tan esenciales como la vida, me parece que hay una contradicción, por no decir cinismo", ha agregado.
Según una nota de la citada emisora, Sánchez ha afirmado que en el caso de Augusto Pinochet "diría exactamente lo mismo; por la misma razón".
En este sentido, ha apostillado: "Aquí yo no pongo la etiqueta o el ismo correspondiente al atentado contra esos valores, que son los que reconozco en el Señor".
La pasada semana Bono cargó contra la Conferencia Episcopal por su oposición a la nueva ley del aborto y pidió que no se le condene "por ser socialista".
La retirada de los crucifijos
El nuevo arzobispo de Oviedo se ha pronunciado también sobre la supresión de los crucifijos en los colegios y ha opinado que los mismos forman parte "no sólo de un hecho religioso, que es el cristianismo, sino de una cultura que ha permanecido durante dos mil años".
Además se ha preguntado si realmente hay una demanda social en este sentido porque podríamos estar ante "una entrega más de demandas que son artificiales" y que no preocupan a la gente."Organizar toda esta polémica es gratuito, por no decir frívolo", ha indicado.
Por último, ha asegurado que diría sí a los minaretes, como ha hecho el Vaticano, cuya postura -ha recordado- es de "diálogo, apertura y tolerancia".