L D (EFE) Estos datos fueron aportados este jueves por el psiquiatra del Hospital Miguel Servet de Zaragoza Javier García Campayo durante la presentación, en el XXVI Congreso Nacional de Semergen, de una guía que ofrece a los médicos consejos sobre cómo abordar cuestiones que afectan a la estructura familiar, con énfasis en su papel en la detección de los casos de violencia doméstica.
García Campayo subrayó que menos del 10 por ciento de las maltratadas denuncian su caso al médico y señaló que el índice de detección del problema en la consulta es muy bajo, a pesar de que el 90 por ciento de las víctimas acude para visitas rutinarias en el año siguiente a haber sufrido la agresión. Destacó que se calcula que el 12 por ciento de las españolas corre el riesgo de sufrir malos tratos y añadió que sólo entre el 5 y el 10 por ciento de las víctimas denuncia, a pesar de que sufren una media anual de seis agresiones, "de ahí la importancia del papel del médico en la detención y prevención de estos casos a través de la exploración y las entrevistas".
Explicó que el objetivo de la guía es enseñar a los facultativos a afrontar este rol al que algunos se muestran reticentes porque consideran que no están capacitados para desarrollarlo y creen que se trata de un asunto "muy íntimo". Añadió que otro de los problemas que deben superar los médicos es la "vergüenza" que sienten las víctimas a reconocer que están siendo maltratadas por algún familiar.
Por ello, García Campayo aconseja a los médicos que, ante cualquier sospecha de que la paciente pueda estar sufriendo malos tratos, la aborden primero con preguntas genéricas como ¿qué tal le va con su pareja?, para después interesarse por si sufre maltrato psicológico, más fácil de reconocer por las víctimas, y si responden afirmativamente plantear cuestiones sobre los malos tratos físicos.
Añadió que las lesiones más frecuentes que permiten al médico detectar los malos tratos suelen aparecer en la cabeza, el cuello, el tórax y el abdomen y apuntó que actitudes como el temor, el nerviosismo, la ausencia de contacto visual, la baja autoestima o la tendencia a la sumisión suelen ser muy frecuentes en las víctimas, por lo que estos síntomas deben "hacer sospechar" al facultativo.
García Campayo subrayó que menos del 10 por ciento de las maltratadas denuncian su caso al médico y señaló que el índice de detección del problema en la consulta es muy bajo, a pesar de que el 90 por ciento de las víctimas acude para visitas rutinarias en el año siguiente a haber sufrido la agresión. Destacó que se calcula que el 12 por ciento de las españolas corre el riesgo de sufrir malos tratos y añadió que sólo entre el 5 y el 10 por ciento de las víctimas denuncia, a pesar de que sufren una media anual de seis agresiones, "de ahí la importancia del papel del médico en la detención y prevención de estos casos a través de la exploración y las entrevistas".
Explicó que el objetivo de la guía es enseñar a los facultativos a afrontar este rol al que algunos se muestran reticentes porque consideran que no están capacitados para desarrollarlo y creen que se trata de un asunto "muy íntimo". Añadió que otro de los problemas que deben superar los médicos es la "vergüenza" que sienten las víctimas a reconocer que están siendo maltratadas por algún familiar.
Por ello, García Campayo aconseja a los médicos que, ante cualquier sospecha de que la paciente pueda estar sufriendo malos tratos, la aborden primero con preguntas genéricas como ¿qué tal le va con su pareja?, para después interesarse por si sufre maltrato psicológico, más fácil de reconocer por las víctimas, y si responden afirmativamente plantear cuestiones sobre los malos tratos físicos.
Añadió que las lesiones más frecuentes que permiten al médico detectar los malos tratos suelen aparecer en la cabeza, el cuello, el tórax y el abdomen y apuntó que actitudes como el temor, el nerviosismo, la ausencia de contacto visual, la baja autoestima o la tendencia a la sumisión suelen ser muy frecuentes en las víctimas, por lo que estos síntomas deben "hacer sospechar" al facultativo.