LD (Pedro de Tena) Los datos más relevantes son que el 21, 5 por ciento de los hogares andaluces disponen de unos ingresos inferiores a 9.000 euros; es decir, subsisten con 24,6 euros al día, sin contabilizar gastos de vivienda y similares. Por su parte, el 16,4 por ciento de estas familias percibió ingresos procedentes de rentas de capital y un 3 por ciento en concepto de propiedades arrendadas (la mitad que en el resto de España).
Más de la mitad de los hogares con menores ingresos (53,9 por ciento) identifica los gastos totales de la vivienda como una carga pesada, frente al 24,9 por ciento de aquellos con ingresos altos.
Sin embargo, sólo el 0,5 por ciento de los hogares andaluces recibió una prestación en concepto de ayuda a la vivienda. En este sentido, los trabajadores por cuenta propia y asalariados miembros de hogares con rentas altas recibieron de media 19.696 y 19.935 euros, respectivamente. Pero el importe medio para los andaluces miembros de hogares en situación de pobreza severa fue de 4.028 euros para los asalariados, y de 2.812 euros para los trabajadores por cuenta propia.
Con estas remuneraciones, el salario bruto mensual medio fue de 835 euros para los miembros de familias más desfavorecidas económicamente y de 1.973 euros para el segmento con ingresos más elevados. En cuanto a las prestaciones individuales recibidas, sólo el 1,6 por ciento de los miembros de hogares con ingresos altos percibió una prestación por desempleo (4.715 euros de media), frente al 10,4 por ciento de aquellos que forman parte de las casas más pobres (3.270 euros de media). En la comunidad, el acceso a una comida de carne, pollo o pescado -o equivalente para los vegetarianos- al menos cada dos días es un hecho prácticamente universal, con porcentajes superiores al 94 por ciento para todos los hogares.
No obstante, sólo el 27,1 por ciento de los más pobres puede permitirse unas vacaciones de al menos una semana al año, frente al 84,4 por ciento de los hogares con ingresos altos. Con lo que cumple religiosamente toda familia, con independencia de sus ingresos, es con el pago de la hipoteca o del alquiler. Sólo un 12 por ciento de las casas andaluzas más pobres se retrasaron más de lo debido, lo que aconteció para un 19,7 por ciento de esta tipología de familia en la devolución de otro tipo de préstamos. Los hogares más pudientes no tuvieron problemas para asumir el pago.
En cuanto a los bienes de equipamiento, más del 90% de los hogares andaluces dispone de lavadora, teléfono y televisión en color, aunque sólo el 29,2 por ciento de los que cuentan con menos recursos posee un ordenador personal, frente al 75,8 por ciento de aquellos con ingresos altos. De estos últimos, el porcentaje de los que disfrutan de un automóvil es muy superior (92,3 por ciento) en comparación con las familias más pobres (55 por ciento).