L D (EFE) Los sesenta académicos presentes votaron a favor de que este equipo, que ocupaba el cargo desde diciembre de 2000, prolongue por tres años más su mandato. La de Marisa Paredes había sido la única candidatura presentada.
El acercamiento de los premios Goya al cine latinoamericano para “acoger una realidad ya presente en el cine español” será uno de los retos que se plantea la actriz Marisa Paredes, reelegida presidenta de la Academia de Cine, por votación unánime de la Asamblea de dicha institución, reunida en Madrid.
Marisa Paredes es la octava presidente de la Academia de Cine, un cargo que han ocupado antes José María González Sinde, Fernando Trueba, Antonio Giménez Rico, Fernando Rey, Gerardo Herrero, José Luis Borau y Aitana Sánchez Gijón.
El proyecto más inmediato, que pronto comenzará a emprender la junta presidencial, es la preparación de los próximos Goya, en una edición que quiere estar marcada por su acercamiento al cine latinoamericano. En la anterior edición, la protesta contra la guerra monopolizó la gala, en la que el cine pasó a un segundo plano. En la próxima ceremonia de entrega de los premios, y tras lo anunciado este domingo, cabría esperar una condena de los últimos fusilamientos en Cuba y su dictadura.
El acercamiento de los premios Goya al cine latinoamericano para “acoger una realidad ya presente en el cine español” será uno de los retos que se plantea la actriz Marisa Paredes, reelegida presidenta de la Academia de Cine, por votación unánime de la Asamblea de dicha institución, reunida en Madrid.
Marisa Paredes es la octava presidente de la Academia de Cine, un cargo que han ocupado antes José María González Sinde, Fernando Trueba, Antonio Giménez Rico, Fernando Rey, Gerardo Herrero, José Luis Borau y Aitana Sánchez Gijón.
El proyecto más inmediato, que pronto comenzará a emprender la junta presidencial, es la preparación de los próximos Goya, en una edición que quiere estar marcada por su acercamiento al cine latinoamericano. En la anterior edición, la protesta contra la guerra monopolizó la gala, en la que el cine pasó a un segundo plano. En la próxima ceremonia de entrega de los premios, y tras lo anunciado este domingo, cabría esperar una condena de los últimos fusilamientos en Cuba y su dictadura.