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Marín protagoniza un escándalo sin precedentes en el Congreso contra una diputada del PP

La reunión de la Mesa del Congreso de este miércoles tenía entre uno de sus asuntos la polémica creada en la votación de la Ley de matrimonios homosexuales en la que Marín negó la palabra a Mariano Rajoy. El líder popular quería contestar a una intervención no anunciada del presidente Zapatero. Este miércoles, cuando se debatía la queja, Marín perdió las formas y despreció, “vociferante”, a la secretaria primera, la diputada popular María Jesús Sainz. A partir de ahora, relata Sainz a Libertad Digital, "prohíbe que los secretarios de la Mesa le dirijan la palabra".

(Libertad Digital) La reunión estaba prevista para el martes pero se aplazó. Marín ya adelantó que el día iba ser duro para la secretaria primera: “El martes la espero a usted”, le dijo la pasada semana. Y no exageraba.
 
Para entender lo ocurrido este martes hay que remontarse a la semana pasada cuando se votó en Pleno la ley de matrimonios homosexuales. Por sorpresa, intervino el presidente del Gobierno pese a no haber participado en el debate. El reglamento se lo permite pero también contempla que el líder de la oposición haga uso de la palabra si llega el caso. No ocurrió así. El presidente del Congreso negó la palabra a Mariano Rajoy por lo que el Grupo Popular presentó queja. Aquél día Marín gritó en varias ocasiones “¡Siéntese!”, pero no se refería a Rajoy como pensaba todo el mundo. Sus órdenes eran para María Jesús Sainz, secretaria primera de la Mesa del Congreso que, en el ejercicio de sus funciones señalaba al presidente Marín el artículo del Reglamento –el 73.1– por el que Rajoy podría tener derecho a réplica.
 
“Autoritario y vociferante”
 
En declaraciones a Libertad Digital, María Jesús Sainz, relató lo sucedido este miércoles calificándolo de “inadmisible, lamentable y sin precedentes”.
 
“En actitud autoritaria –explica Sainz– me manifiesta vociferante que me retiraba el ejercicio del derecho del artículo 34 de asegurar el orden en los debates como asistencia al presidente de la Cámara”. Y esa es precisamente la función de un secretario de Mesa, elegido por el Parlamento, la de asistir al presidente del Congreso para garantizar el orden en el hemiciclo”. Al levantarse para señalar a Marín el artículo 72.1, Sáenz cumplía ese mandato –“me limité a señalar el artículo”, explica– pero Marín no lo consintió.
 
Según relata Sainz, Marín le exhortó a que “nunca más me dirija a la presidencia”. Lo que para la popular es “coartar el ejercicio de mi derecho”. Tan airado estaba que se dirigió a ella en tono amenazante: “El martes la espero a usted”, en referencia a la fecha en la que estaba prevista la reunión de la Mesa. Cuando este miércoles, Sainz planteó el asunto, Marín, “desencajado, autoritario, me corta la palabra a mí y a otros miembros de la Mesa y nos dice que está prohibido dirigirse a él, que estaba eliminada”. A partir de ahí, unilateralmente “da por zanjado el asunto y nos dice que si hay quejas las presentemos por escrito”.  Ahora, prosigue la popular Sainz, “Marín nos prohíbe dirigirnos a él; es algo insólito a la vista del reglamento”.
 
La actitud de Marín no escandalizó sólo a la secretaria primera. Por poner un ejemplo, la también secretaria de la MesaIsaura Navarro (IU), tampoco daba crédito a lo vivido este miércoles. De momento el PP ha dejado constancia de su queja por el trato recibido por un presidente del Congreso que suele presumir de buenas formas y que exhorta a los diputados a dar ejemplo de buen hacer a los ciudadanos cuando hay cámaras de televisión delante.

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