L D (EFE) María Jesús Valdés recordó cómo hace poco, "dos, tres años, no más", José Tamayo se presentó en su casa un día para ofrecerle el papel de "la hermosura" en el auto-sacramental "El gran teatro del mundo" que preparaba por entonces, y que ha sido uno de sus últimos espectáculos como director y empresario. "Le dije que cómo yo, a mis años, iba a hacer ese papel, pensaba yo que para una actriz más joven. Pero me convenció diciéndome que la edad era lo de menos, que lo que importaba era la forma de decir el verso." "Ha sido una figura de verdad en el teatro español del siglo XX, una figura importantísima. Han mantenido su ilusión por el trabajo hasta el último momento, un final completamente inesperado", destacó María Jesús Valdés.
La actriz, que en estos momentos está de gira con el monólogo de Fernando Arrabal "Carta de amor. (Como un suplicio chino)", una producción del Centro Dramático Nacional, dijo que Tamayo "fue siempre joven por dentro. Su ilusión por hacer cosas era enorme". De su labor artística y empresarial, María Jesús Valdés destaca el impulso que Tamayo dio a la zarzuela, "con él vivió un auténtico resurgimiento, dentro y fuera de nuestro país", y su empeño por traer a España el teatro que se hacía fuera.
También elogia sus montajes de clásicos, "sobre todo de los autos-sacramentales". "Hizo cosas grandiosas, porque su vocación por el teatro no tenía límites. Su curriculum es impresionante, como el de pocos". "Es una figura irrepetible, por lo grande", concluyó la actriz.
La actriz, que en estos momentos está de gira con el monólogo de Fernando Arrabal "Carta de amor. (Como un suplicio chino)", una producción del Centro Dramático Nacional, dijo que Tamayo "fue siempre joven por dentro. Su ilusión por hacer cosas era enorme". De su labor artística y empresarial, María Jesús Valdés destaca el impulso que Tamayo dio a la zarzuela, "con él vivió un auténtico resurgimiento, dentro y fuera de nuestro país", y su empeño por traer a España el teatro que se hacía fuera.
También elogia sus montajes de clásicos, "sobre todo de los autos-sacramentales". "Hizo cosas grandiosas, porque su vocación por el teatro no tenía límites. Su curriculum es impresionante, como el de pocos". "Es una figura irrepetible, por lo grande", concluyó la actriz.