L D (EFE) Tras 23 años en el cargo, la despedida de Jordi Pujol ha dejado paso a Pasqual Maragall, que ha tomado posesión a las 12,11 horas de este sábado como presidente de la Generalitat de Cataluña. El presidente del Parlamento catalán, el republicano Ernest Benach, ha leído el decreto de nombramiento y ha impuesto la medalla de presidente de la Generalitat a Pasqual Maragall, que ha prometido su cargo al frente del tripartito de PSC, ERC e ICV-EUiA.
En un breve discurso, Maragall ha insistido en que no renuncia a reformar el Estatuto y la Constitución y aunque no ha hecho referencia a la amenaza del tripartito de convocar un referéndum ilegal, ha expresado su compromiso de "convivir con los pueblos de España en lealtad y equidad", "sin renunciar al proyecto más digno que un país pueda imaginar".
"El auténtico nuevo patriotismo" de Carod, Maragall y Saura
El nuevo presidente de la Generalitat ha añadido que ahora "las izquierdas catalanas llegan al gobierno con tranquilidad, sin guerras mundiales, sin amenazas, sin crisis económica". Maragall ha añadido que "haremos que Cataluña sea un lugar donde se pueda vivir, donde se pueda decir que los ciudadanos son patriotas porque el país les ha dado el reconocimiento de sus derechos sociales y personales. Este es el auténtico patriotismo que Carod, Saura y yo mismo y todos vosotros compartiremos", ha añadido.
Poco antes, el presiente saliente, Jordi Pujol, felicitaba a Maragall y expresaba su deseo de que los años del nuevo gobierno de izquierdas sean "positivos" al considerar que el ejecutivo que presidirá el líder del PSC "quiere que siga habiendo progreso en Cataluña, en todos los órdenes, y un refuerzo de nuestra identidad nacional". "Como sé que todos los aquí presentes queremos que sigan habiendo progreso en Cataluña -progreso en todos los órdenes- y un refuerzo de nuestra identidad nacional, y prestigio y autoestima y orgullo de ser catalanes, y que todo esto se haga en un marco de cohesión y convivencia, como siempre ha sido la voluntad del pueblo de Cataluña, y todo esto en paz, como sé -repito- que todos participamos de este anhelo, interpreto, estoy seguro, el pensamiento de todos ustedes, expresando el deseo que los años que vienen sean en este sentido bien positivos", apuntaba Pujol.
Ibarra, contra los socios de Maragall
Sólo horas antes de que Maragall asumiera la presidencia de Cataluña, desde Extremadura, Ibarra volvía a rechazar las propuestas de los socios de gobierno de su compañero de partido. Sus palabras, aunque orientadas a los nacionalistas, también incluían una crítica a los que "si no piden la República ni la independencia, son originalidades para llamar la atención". Maragall o su compañero del País Vasco, Odón Elorza pueden haberse sentido aludidos.
Sobre los nacionalismos, el presidente extremeño decía que "este proceso de adolescencia pasará en nuestro país como pasará también el afán de originalidad de quienes quieren llamar la atención y acaban haciendo las mismas cosas y yendo por el camino del sentido común". Compara los planes separatistas con una unidad familiar: "Pasa como en cualquier familia, que del mismo padre y la misma madre nacen unos hijos con personalidades distintas y con comportamientos diferentes"(...) "esos hijos, cuando tienen trece, catorce o quince años a veces sienten hasta vergüenza de su propia familia, tienen afán de originalidad como un proceso de afirmación y, después, vuelven con muchas más ganas que cuando querían marcharse".